Prueba del Volkswagen ID.7 GTX Tourer: al volante del VW familiar más potente hasta la fecha
Nos ponemos al volante del familiar más potente de la firma de Wolfsburgo. Es eléctrico, mide casi cinco metros y cuenta con 340 CV de potencia. Sin embargo, ¿realmente el Volkswagen ID.7 GTX Tourer es un coche radical?
Hoy voy a conducir el familiar más potente de la historia de Volkswagen. No, no es un Passat Variant R36 de 300 CV y tampoco es un coche de combustión. Se trata de la versión familiar y más deportiva de la nueva berlina eléctrica de la marca alemana. Se llama Volkswagen ID.7 GTX Tourer y voy a probarlo.
El fabricante de Wolfsburgo lleva unos años trabajando su gama ID. de coches eléctricos, pero no todos ellos han llamado demasiado la atención. Algunos de los más recientes sí lo han hecho, como es el caso del ID. Buzz y del protagonista de hoy, el Volkswagen ID.7. Se desveló en 2023 y más adelante llegó su versión Tourer, perfecta para los amantes de los familiares.
En un primer momento, se ofrecieron las versiones Pro y Pro S de 286 CV, pero la compañía alemana se propuso crear una gama deportiva de sus BEV bajo la denominación GTX. Ahora, estas siglas han llegado a este modelo en su versión berlina y familiar, siendo esta última la que me acompaña hoy.
Con una unidad pintada en un atractivo color Kings Red metalizado que se combina con el negro de zonas como el techo y los espejos, el diseño del Volkswagen ID.7 GTX Tourer no pasa desapercibido. Debo reconocer que me gusta el aspecto de este modelo, ya que creo que tiene más personalidad que el de otros ID. de la marca. Además, la versión familiar me parece la más atractiva.
Esto puedo aplicarlo a todas las versiones que puedes comprar en esta carrocería, pero el hecho de que me acompañe la variante deportiva quiere decir que hay varios elementos específicos. Por ejemplo, hay insignias GTX específicas, unas nuevas luces diurnas en el paragolpes delantero, un difusor trasero, emblemas iluminados y una oferta de llantas de entre 19” y 21”.
Sobre las ruedas, me encuentro con el punto medio, ya que el ejemplar que voy a probar monta unas llantas bicolor Montreal de 20” que se envuelven en unos neumáticos Bridgestone Potenza. Sin duda, se respira deportividad, aunque este no deja de ser un familiar y cuenta con todo lo que te esperas en un coche así.
Un ejemplo está en sus dimensiones: 4.961 mm de largo, 1.862 mm de ancho (2.141 mm con espejos) y 1.551 mm de alto. También ofrece una distancia entre ejes de 2.971 mm, lo que permite que el interior del ID.7 GTX Tourer ofrezca una gran amplitud para los ocupantes, pero sin dejar de lado la carga.
Dentro, muy grande y tecnológico
Si empezamos por atrás, este familiar eléctrico es capaz de ofrecer 605 litros de maletero por su carrocería, los cuales se pueden ampliar a 1.714 litros al abatir las plazas traseras. Si no las mueves, eso sí, disfrutarás de mucho espacio para las piernas y un hueco razonable para la cabeza. Aquí podrán viajar hasta tres personas, pero esta fila es más adecuada para dos.
Mientras tanto, en las plazas delanteras encontrarás una imagen parecida a la de otros ID., pero no idéntica. Hay un cuadro de instrumentos de 5,3” que aparece integrado en el salpicadero, lo que me gusta. También hay una llamativa pantalla central de 15” que se ve bien y que acapara casi todas las funciones. Esto ayuda a que el enfoque del habitáculo sea muy minimalista.
Una cosa que me sorprende y que no me acaba de convencer es la falta de botones físicos dentro del ID.7. Están los criticados mandos hápticos del volante, mandos táctiles para la temperatura del climatizador y el volumen de la radio, también para manejar las luces… Incluso faltan mandos físicos que facilitarían mucho la convivencia con este coche en el día a día.
Por ejemplo, solo hay dos botones para operar las ventanillas, y si quieres bajar las traseras, tienes que pulsar el mando táctil ‘REAR’ colocado junto a estas teclas para que actúen sobre las ventanillas posteriores. ¿Y si quieres manejar la orientación del aire acondicionado? No puedes hacerlo desde los aireadores, sino que tienes que hacerlo desde la pantalla.
Estos no son inconvenientes específicos de esta versión, pero no dejan de crear molestias para funciones que normalmente son muy sencillas. Aun así, el interior del ID.7 GTX Tourer también tiene toques propios y positivos, como el volante y los asientos de corte deportivo o las molduras y costuras en rojo que aportan un mayor atractivo al habitáculo.
Tracción total, 340 CV y 584 km de autonomía
Sobre el apartado técnico, encontramos dos motores eléctricos que rinden una potencia conjunta de 250 kW o 340 CV. Hay tracción total y esto permite contar con un paso de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos (1,1 segundos más rápido que el Pro). Eso sí, la velocidad máxima ha sido limitada a 180 km/h para no perjudicar la autonomía.
De hecho, la autonomía del ID.7 GTX Tourer no está nada mal, aunque pierde respecto a los Pro y Pro S. Ofrece 584 km con una sola carga con su batería de 86 kWh, mientras que un Pro S llega a 689 km. Aun así, permite recargas de CA a hasta 11 kW y en CC a 200 kWh.
¿Cómo se conduce el ID.7 GTX Tourer?
Como he mencionado ya, este es el familiar más potente de la historia de Volkswagen hasta la fecha, pero ¿es el más deportivo? Quizás no. Antes de ponerme al volante, he podido conducir un Pro S y la diferencia general en la conducción ya te adelanto que no es espectacular. Hay toques interesantes, sí, pero no hay una sensación como la que te ofrece un coche de la gama R de la marca.
La diferencia principal está, claramente, en el motor. Si bien los R tienen motor térmico, este es un 100% eléctrico, de manera que pierdes inevitablemente parte de la experiencia emocionante de la conducción deportiva. El silencio es sepulcral y tampoco se aprecia el sonido de la rodadura o del viento a mayores velocidades, lo que no es malo, claro.
Aun así, debo reconocer que esperaba un tacto más duro en general. La dirección es bastante blanda, aunque ayuda mucho en las maniobras en lugares estrechos. Además, la suspensión filtra muy bien las imperfecciones de la carretera y no llega a ser dura en ningún momento. De nuevo, nada malo, pero hay una mayor sensación de comodidad que de deportividad.
A pesar de todo, el carácter no es inexistente al conducir el Volkswagen ID.7 GTX Tourer. De entrada, la entrega de potencia se hace notar mucho más y es inmediata, aunque puedes regularla muy bien con el pedal. Si lo pisas a fondo, moverás los más de 2.000 kg de peso de este familiar con una facilidad sorprendente y no te decepcionará.
Esto es así incluso en el modo Eco de conducción, pero el Sport es el que te dejará tomar contacto con el lado GTX del ID.7 Tourer. Un cambio evidente que aporta es la entrega de potencia más inmediata, pero también el hecho de contar con una retención mayor al levantar el pie derecho. No llega a la del modo ‘B’, eso sí, que está más pensada para la ciudad.
Por otro lado, también notarás como la dirección gana algo de peso y, aunque no llega a ser especialmente comunicativa, ofrece un tacto más interesante y mucha rapidez. En general, este modo hace que el tacto general se vuelva más duro, pero no demasiado para que no llegue a ser incómodo. De hecho, podrías incluso viajar en modo Sport sin problemas, lo que es llamativo.
Personalmente, creo que detalles como un tacto más rígido en la suspensión vendrían bien. Hay más confort que deportividad, pero no es un familiar que rinda mal dinámicamente. Es más, ofrece un paso por curva mucho mejor que el de muchos SUV de baterías. Virtudes de las berlinas y familiares…
A pesar de que podría ofrecer más dureza, el ID.7 GTX Tourer se las arregla especialmente bien en curvas por la posición de las baterías y las barras estabilizadoras más fuertes que monta esta variante. Es muy estable y controlable en todo momento, así como sorprendentemente ágil para tratarse de un coche de casi cinco metros de largo.
De esta forma, tengo sentimientos encontrados tras conducir este familiar eléctrico deportivo. No es tan radical como un GTI o un R de la marca alemana, pero no tiene grandes pegas, más allá de los detalles incómodos que ofrece su habitáculo.
Sin lugar a dudas, los BEV todavía no ofrecen sensaciones equiparables a las de un coche térmico deportivo y también es complicado destacar cuando cualquier eléctrico ofrece mucha estabilidad en curva y una aceleración llamativa. Aun así, el ID.7 GTX Tourer ofrece más prestaciones y un carácter interesante. Tan solo estaría bien que estuviera más marcado.
Precio y rivales
De base, el precio del Volkswagen ID.7 Tourer GTX arranca en 67.330 euros y de 70.820 euros en el modelo GTX ‘Más’, que viene más equipado. Elementos como la pintura roja con techo negro de la unidad de pruebas te costarán 935 euros en el GTX y 165 euros en el Más, mientras que la bomba de calor, siempre opcional, te costará 1.075 euros.
Sobre sus rivales, este es un coche que apunta al segmento premium. Por ello, encontramos el Audi A6 Avant e-tron, con 367 CV por 83.615 euros. Además, el el BMW i5 Touring en su versión eDrive40 de 340 CV arranca en 79.550 euros.
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Etiquetas: Motor, coches familiares
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