El Ford GT90 se podría considerar uno de los mejores concept de la historia de Ford. Se presentó en 1995 y una de las razones de su existencia fue el 30 aniversario del icónico Ford GT40. De hecho, iba a ser su sucesor, pero no llegó a la producción. Aun así, sigue siendo espectacular y no lo podrás negar después de conocer estos 5 datos que te sorprenderán sobre él. 

Habitualmente, los superdeportivos son algo propio de las marcas europeas, pero la compañía del óvalo también intentó adentrarse en este terreno con este proyecto que finalmente se paralizó. Sí, más tarde tuvimos el Ford GT, pero este coche podría haber cambiado las reglas del juego si hubiera llegado a la comercialización.

Montaba un motor V12 con cuatro turbos

Un buen superdeportivo necesita una mecánica llamativa. Por ello, el motor del Ford GT90 fue un V12 de 6 litros con cuatro turbos Garrett T2 que permitía llegar a una potencia de 720 CV y 894 Nm de par. Estas cifras ya hacen que levantemos una ceja en 2023, pero en el año 1995 eran capaces de dejar sin respiración a más de uno… 

Tomó varias partes del Jaguar XJ220

Ford no compró Jaguar realmente hasta 1999, pero su relación ya era estrecha años antes. Esto hizo posible que se tomaran prestados algunos elementos del salvaje XJ220 de 1992. Por ejemplo, de él provenía la caja de cambios manual de 5 velocidades y la suspensión, así como el chasis era una variante modificada de la que usó el modelo británico.

Se fabricó en un periodo de seis meses

¿Qué se necesita para crear un superdeportivo capaz de plantarle cara a los grandes? En el caso del concept GT90, Ford solo contó con un pequeño equipo y seis meses de trabajo para dar lugar a la única unidad existente de este prototipo. Eso sí, no fue barato, ya que se estima que su fabricación costó unos 3 millones de dólares.

¿Aerodinámica activa? ¿Sensor de ángulo muerto? ¿Apertura con botón? Lo tienes

Se suele decir que el Ford GT90 estaba adelantado a su tiempo. Esta es una expresión que se suele usar a la ligera, pero no fue así esta vez. Este no era solo concept totalmente funcional, sino que mostraba tecnología que ahora está llegando a muchos coches. Tenía un alerón activo, las puertas se abrían con un botón e incluso había un sensor de ángulo muerto. ¡En 1995!

Fue el primer coche en mostrar el lenguaje de diseño ‘New Edge’

Aunque este superdeportivo no fue más allá de la fase de prototipo, sí tuvo una función para la historia de la marca de Detroit. Por supuesto, adelantó parte de sus futuras tecnologías, pero también el lenguaje de diseño ‘New Edge’ que definiría a sus modelos en los años venideros. ¿Por ejemplo? Los Ford Ka y Ford Focus de primera generación, así como el Ford Cougar.