Uno de los datos más llamativos del Mercedes 190E Cosworth es que en realidad, nunca se llamó así. Sin embargo, el Mercedes 190 2.3-16 fue todo un icono dentro de Mercedes y del mundo de los coches de carreras... y su leyenda sigue hoy en día más viva que nunca. 

Como nos gusta argumentar todo lo que decimos, aquí tienes algunos de los principales motivos por los que pensamos que uno de los mejores deportivos de la historia estuvo en manos de los de Stuttgart. Haz un repaso a sus principales peculiaridades. 

Para los chicos malos de las carreras

Faldones laterales, extensiones en los pasos de rueda y un alerón trasero. Parece la primera página del libro ‘Cómo hacer una versión de alto rendimiento de un automóvil familiar’. Y, al mismo tiempo, la misma primera página y entrada al libro ‘Cómo convertir un coche familiar que de otra manera sería aburrido para que parezca que es el más rápido’. En 1984, cuando se lanzó el (respiración profunda) Mercedes-Benz 190 Einspritzen 2.3-16, estas adiciones aerodinámicas eran casi tan despiadadas como realmente parecían. Era la década de 1980, la que todo el mundo tiene en su libro de historia como la "década del exceso". Correcto.

La suspensión era muy avanzada

Suspensión trasera de cinco brazos con amortiguadores autonivelantes. A principios de los años ochenta. Hoy en día, hay coches de alto rendimiento que aún no cuentan con tecnología como esta. El resultado fue que ofrecía una conducción tan flexible como adherente. ¿Y acaso Martin Brundle no era un gran fanático de su chasis? Alguien de buena reputación nos dijo eso. 

Era bastante peculiar para ser un Mercedes

El espejo retrovisor del lado del conductor tenía un tamaño y una forma diferentes a los del pasajero, para asegurarse de que los puntos ciegos no fueran un problema para el tipo de conductor meticuloso que comprara uno de estos Mercedes-Benz 190 E Cosworth. Y a pesar de ser una berlina de cuatro puertas, era solo un cuatro plazas debido a que los asientos traseros estaban tan reforzados como los de delante y, a menos que tuvieras un recorte de cartón de un tercer niño en lugar de uno que respira, no había posibilidad de abrocharlos a todos. ¿Y cómo podríamos olvidarnos del limpiaparabrisas telescópico masivo en lugar de dos individuales? Admitámoslo: nos encanta Mercedes en los años ochenta. 

El motor era mejor de lo que podrías esperar de un coche de los ochenta

El motor Mercedes M102, como era tradicional en Mercedes en los años anteriores a los noventa, parecía estar fabricado a prueba de balas y fue el candidato perfecto para algunos de los mejores trabajos de Cosworth. La cabeza del 2.3-16 era de aleación ligera, con enormes puertos de admisión y escape para la configuración de cuatro válvulas por cilindro. Hace unos 35 años era una tecnología digna de la F1.Y Cosworth tenía algo de experiencia en esto.

Con los pistones de aleación Mahle, un sistema de encendido e inyección de combustible sintonizado por Cosworth y el resto del motor intacto, el 2.3-16 podía revolucionar a 7.100 rpm en su acabado para carretera y generar 187 CV desde aproximadamente 5.500 rpm hasta la línea roja. 

Ayudó al nacimiento del nuevo Nürburgring

Para muchos de nosotros, el Circuito del Norte (Nordschleife o Grüne Hollë si eres dramático) es Nürburgring. Pero eso pasa por alto al realmente excelente (y mucho menos infernal) circuito de GP de Nürburgring. Volvamos entonces a 1984, a la apertura de la entonces nueva pista de GP.

Unos pocos aficionados no iban a hacerlo famoso, pero una buena tropa de ex y futuros campeones de F1, todos luchando rueda contra rueda en coches idénticos para descubrir quién es realmente el más rápido, definitivamente lo logró. Hay un ganador que conoces: un cierto Ayrton Senna da Silva. Aunque se ha pasado por alto lo rápido fue Niki Lauda y cuántas veces el liderazgo cambió de manos en las últimas etapas de la carrera.

Es responsable del BMW M3 (en cierta medida)

El Mercedes 190E Cosworth fue desarrollado para participar en rallys y ocupar el lugar del Mercedes SLC, que aunque era un corredor fiable (bueno en cualquier tipo de carrera), cuando lo veías parecía como si un traficante de drogas en Miami hubiera tomado un giro equivocado en Albuquerque. También por aquel entonces Audi despertó al Quattro y llevó el valor de la tracción a ambos ejes al mundo de los rallys.

Cuenta la historia que Mercedes enfureció y cuando estaba a punto de abandonar el automovilismo, los ingenieros del 2.3-16 sabían lo que tenían entre manos y decidieron ayudar a los equipos privados del DTM. Y fueron muy, muy exitosos. No tanto como la versión de cuatro cilindros y 2.3 litros de la pequeña berlina ejecutiva de BMW. De hecho, uno se pregunta de donde pudo BMW tomar esa idea… 

AMG no quería dar todo el protagonismo a Cosworth

Cuando Mercedes fue a desarrollar el 190E no contó con AMG, que todavía era una casa independiente. Pero estos no estaban dispuesto a permitir que una compañía británica se hiciera con el honor, tuviera historia en la F1 o no. Así que AMG ofreció sus servicios para el motor actualizado de 2.5 litros. Bueno, sus servicios eran en realidad más potencia; y hay que decir que el 2.5 AMG Power Pack fue realmente bueno, con unos 230 CV para el modelo Evo II (el que ves en esta foto).

Su récord más ‘cool’

Antes de que Porsche se hiciera con el dominio del circuito de Nardò, Mercedes alquilaba regularmente esa pista para marcar sus registros de velocidad, distancia y resistencia. El C111, uno de sus mejores concept, marcó 313 km durante 12 horas seguidas allí. Pero es que el Mercedes 190E Cosworth hizo 50.000 km en 200 horas… Esas no son formas de tratar a un clásico, muchachos.