Los vicios de los nuevos conductores se han visto modificados en los últimos tiempos por culpa de la llegada de las nuevas tecnologías en los coches nuevos. Vivimos permanentemente conectados y nuestro coche, más que un mero medio de transporte, cada vez se parece más a un ordenador con ruedas. Hasta ahora, muchos de los vicios de los conductores, como mantener el pie sobre el embrague o ir con la mano siempre en el pomo del cambio, podían afectar a la vida útil del coche, pero a día de hoy, estos vicios pueden terminar en tragedia.

Mirar el móvil

Un 17% de los conductores reconoce escribir en el móvil mientras conduce, según un estudio elaborado por la OCU. Esta cifra es preocupante, pero yo me atrevería a decir que más de la mitad de los conductores mira el teléfono móvil mientras conduce, aunque sea solo un pequeño vistazo. Esta nueva costumbre está provocando muchas desgracias: simplemente un par de segundos de distracción puede ser fatal, ya que el coche recorre muchos metros sin control alguno. El móvil es el vicio más peligroso de los nuevos conductores.

Mantenimiento de carril

Un estudio de Carglass afirma que los nuevos conductores están relajando su atención al volante debido a los nuevos asistentes a la conducción. Uno de los sistemas que más puede distraer al volante es el sistema de mantenimiento de carril. Con este sistema, el vehículo puede girar solo cuando llega una curva, por lo que el conductor se confía en exceso: tú coche no está preparado para la conducción autónoma y estos sistemas pueden fallar, especialmente en carreteras secundarias.

Mirar demasiado la pantalla

Los coches cada vez tienen pantallas más grandes, con mayores funcionalidades. Estas pantallas también pueden distraer y eso es algo con lo que ni la DGT y ni los fabricantes cuentan. Cada vez se colocan en una posición más elevada, para que la mirada no se separe demasiado de la carretera, pero estar constantemente tocando los menús de la pantalla, bien para modificar parámetros del navegador o de la radio entre otros, puede suponer una distracción tan grave como mirar el teléfono móvil: mejor utilizar el control por voz.

Frenado automático

El típico anuncio de un coche frenando solo ante un niño que cruza una acera en busca de su balón está haciendo mucho daño en términos de seguridad vial. La gente muchas veces confía en este sistema ciegamente sin tener en cuenta las consecuencias que puede tener. Es un asistente útil que está ahí para salvarnos (o para salvar a un tercero) en caso de despiste o de sufrir una indisposición, pero eso no significa que debamos confiar nuestra seguridad y la de los demás peatones a este sistema. Hay que respetar siempre los límites de velocidad en la ciudad y permanecer siempre en alerta.

Sensor de aparcamiento

Aparcar un coche ha cambiado mucho en los últimos años: los sensores de parking y las cámaras, incluso 360º o cenitales, nos facilitan mucho la maniobra. ¡Incluso ahora el propio coche frena cuando está a punto de colisionar contra otro vehículo o contra cualquier otra superficie! Sin embargo, esto puede provocar distracciones a la hora de aparcar que pueden ser fatales para tu vehículo y para el de tu vecino. A la hora de aparcar debes mantener siempre la atención, utilizar los retrovisores y no confiar siempre en las cámaras: muchas veces la imagen puede estar distorsionada y puede confundir.