Las baterías de sodio chinas prometen ser la solución a los coches eléctricos

Sehol E10X

Gustavo López Sirvent

Son más baratas y tienen mayor vida útil

China, sus empresas y sus ingenieros están dispuestas a coger el cetro de mando del planeta automotriz sea cual sea el segmento a desarrollar. Ya lo hacen con los coches eléctricos, experimentan con los de hidrógeno y, en los últimos tiempos, lo hacen con las baterías de sodio, que también destacan por su rendimiento y su eficiencia en cuanto a sostenibilidad.

Hace algunos meses te hablamos de la compañía CATL, que ya ensayaba con ese tipo de metal alcalino para instalarlo en pilas para vehículos. Ahora son sus paisanos de Anhui Jianghuai Automobile Group, más conocido como JAC, los que están probando las baterías de sodio en sus coches eléctricos, a través de la batería Hina Battery.

 A pesar de que las baterías de sodio de CATL anuncian 160 Wh/kg de densidad energética, Hina Battery también ha presentado oficialmente tres celdas de batería de iones de sodio. Estos tres tipos de celdas son la celda cilíndrica NaCR32140-ME12, la celda cuadrada NaCP50160118-ME80 y la celda cuadrada NaCP73174207-ME240. 

Estas tres pilas tienen densidades energéticas de 140 Wh/kg, 145 Wh/kg y 155 Wh/kg, respectivamente. 

Las pruebas que está haciendo JAC las están realizando en un vehículo de pruebas basado en el Sehol EX10 eléctrico, un pequeño coche urbano de batería que se vende en el país asiático. 

La batería e HiNa Battery Technologies tiene 25 kWh de capacidad cuya densidad energética es de 120 Wh/kg a nivel paquete y de 140 Wh/kg a nivel de celda. La autonomía que anuncia la firma china es de 252 kilómetros, según el ciclo NEDC (que difiere del WLTC europeo). Ese coche se vende con dos versiones de pila: una de 19,7 kWh y otra 31,4 kWh.

Mayor vida útil y más económicas

Si buscamos las diferencias entre las baterías de litio que actualmente se usan y las de sodio son dos: la más importante, quizá, es que son más baratas de fabricar (entre un 30 y un 40 por ciento); la segunda es que tienen una mayor vida útil; la tercera, que cuentan con un rango de temperaturas mucho más amplio en el que pueden trabajar; y la cuarta, su seguridad, ya que no son inflamables. 

La compañía china Hi-Na debe resolver un inconveniente de estas baterías: su menor densidad energética, ya que es inferior incluso a las baterías de litio-ferrofosfato, pero a buen seguro que en los próximos años logran paliar este contratiempo para ser competitivos.