Coches eléctricos de la Policía Foral de Navarra se quedan sin batería de camino a una emergencia

coches eléctricos Policía Foral de Navarra

Gustavo López Sirvent

Estos casos se repiten en Inglaterra y Estados Unidos

Lo que parece ser algo beneficioso para evitar la contaminación medioambiental, no lo está siendo tanto para varias policías del mundo. Ya hay ejemplos a lo largo y ancho del planeta en los que sus coches eléctricos se han quedado sin batería y han dejado sin atender a emergencias e, incluso, los amigos de lo ajeno o criminales han acabado escapando.

En España, Reino Unido y Estados Unidos ya ha habido casos en los que vehículos eléctricos han sido los protagonistas (negativos) de películas reales que han acabado con finales infelices.

Sin ir más lejos, nos centramos en Navarra. Allí, según denuncian los Sindicatos de la Policía Foral de esa comunidad,  los nuevos coches eléctricos (cuatro Nissan Leaf) que ha adquirido el Gobierno autonómico no son tan eficientes como parecen, puesto que ya ha habido avisos que se han quedado sin cubrir porque la patrulla enviada a atenderlos se ha quedado sin batería. 

 La flota de la Policía Foral cuenta con el 17% de coches eléctricos y la intención es llegar al 50% en el año 2030. 

La población de la Comunidad Foral de Navarra se concentra en Pamplona y el resto se distribuye en núcleos dispersos y con poca población en una extensión de 10.391 km², entre los que hay distribuidos 127 puntos de recarga de acceso público, y en la mayoría de municipios ni hay, y a lo que se le suma que un coche eléctrico tarda, de media, entre 5 y 8 horas en cargarse por completo.

Por eso, los sindicatos policiales se cuestionan la utilidad de estos vehículos, que suelen tener poca autonomía, y más si se trata de trayectos medios o largos.

En Inglaterra, más de lo mismo

coches eléctricos de la Policia de Gloucestershire

Un comisionado de policía en el Reino Unido dice que están perdiendo efectividad en su lucha contra el crimen porque los vehículos eléctricos que tienen en su flota se están quedando sin batería.

La policía de Gloucestershire tiene la flota de vehículos eléctricos más grande del Reino Unido, con no menos del 21 por ciento de sus 435 vehículos eléctricos, que consisten en 66 Nissan Leaf y nueve camionetas Nissan NV200. 

Sin embargo, el Comisionado de Policía y Crimen de Gloucestershire, Chris Nelson, dice que muchos oficiales han tenido que lidiar con vehículos eléctricos que se quedaron tirados mientras estaban de servicio.

“Escuché muchos problemas con los oficiales que manejan vehículos eléctricos tratando de encontrar instalaciones de recarga, se quedan sin carga y luego tienen que conseguir otro vehículo”, dijo Nelson como parte de un panel policial y criminal reciente. “Aunque entiendo completamente y apoyo los controles climáticos, mi primera prioridad es combatir el crimen”.

“Las opciones de diseño disponibles para vehículos eléctricos para usos operativos quizás no sean tan avanzadas como me gustaría que fueran. Entonces, digámoslo así, soy cauteloso acerca de ir más allá en ese camino en esta etapa”.

Nelson agregó que no quería ver a los oficiales quedarse sin energía mientras respondían a un accidente de tránsito con las luces, la radio y la calefacción encendidas.

El Gobierno británico prohibirá la venta de nuevos vehículos diésel y de gasolina para 2030, lo que significa que las fuerzas policiales de todo el país tienen un plazo de siete años para comenzar a establecer flotas de vehículos eléctricos. 

The Telegraph señaló que el aumento del peso del equipo transportado por los nuevos vehículos policiales afecta la gama de vehículos eléctricos y que 10 fuerzas policiales en el Reino Unido aún no han comprado ningún vehículo eléctrico.

También en Estados Unidos...

La Policía de California sufrió en 2019 uno de los problemas de llevar coches con motores eléctricos. En concreto fue con un Tesla Model S 85 de una de sus patrullas, que se quedó sin batería durante una persecución, según explicó un representante del Departamento de Policía.

La Policía de Fremont es el primer cuerpo policial de los EE.UU en modificar un Tesla Model S para que sea totalmente funcional como coche de patrulla. Se trata de una iniciativa para reducir las emisiones de CO2 de la ciudad, pero como hemos visto a raíz del reciente incidente, también tiene otras implicaciones.

Los hechos ocurrieron de la siguiente manera: el oficial de policía conducía el Tesla mientras perseguía a un sospechoso relacionado con un crimen en Santa Clara. Después de confirmar la placa, el oficial intentó detener el tráfico pero el conductor decidió emprender la huida. Y ahí se acabó la batería y el presunto culpable cogió las de Villadiego...