Aquellos/as que superen la barrera de los 40 recordarán la mítica serie de 'El Coche Fantástico' en la que Kit se movía sin Michael Knight al volante. Todos flipábamos con aquello y de eso hace la friolera de 38 años. Pues bien, ahora Mercedes ya tiene su coche fantástico y lo conocerás por sus luces azules.

La compañía de la estrella ya mira al futuro en el presente y cuenta con vehículos completamente autónomos para Europa, si bien sólo pueden ser utilizados en el Parking P6 del Aeropuerto de Stuttgart. Y qué mejor manera de identificar un automóvil que sus luces. 

La firma de Stuttgart ha conseguido patentar unos nuevos faros LED, tanto delanteros como traseros, en los que, dependiendo del modo de conducción que se utilice, el color de su firma lumínica irá variando. 

Como en el Viejo Continente no se puede homologar este tipo de vehículos, Mercedes se los ha llevado a Estados Unidos y allí los ha homologado. Estos modelos podrán circular por las vías públicas de California y Nevada bajo la conducción autónoma de Nivel 3. Será entonces cuando se pueda activar el denominado Drive Pilot que montan estos coches. 

De momento, sólo dos modelos de la marca alemana incorporan esta tecnología: son los Mercedes Clase S y el Mercedes EQS. Se les identificará por el color turquesa en sus grupos ópticos. El conjunto de coche y luces queda muy logrado.

Eso sí, estos dos coches limitarán su velocidad de marcha a 65 km/h cuando activen el Drive Pilot. Cuenta con sensores alrededor de todo el coche y una opción que acopla un LiDAR con el que leer mejor el entorno que tiene cerca. 

De esta manera, los propios automóviles son los que guían al conductor para mantenerlo centrado en el carril y reaccionarán activamente para mantener la distancia con los vehículos precedentes. 

Este sistema estará pendiente, además de lo que ya hemos mencionado, de otros aspectos de la circulación como reconocer las señales de tráfico o realizar movimientos evasivos de forma independiente. 

Si se activa la conducción autónoma, el conductor podrá quitar las manos del volante, no hará falta que haga nada. Sólo tendrá que ocuparse de "actividades secundarias" tales como manejar la pantalla central u otras vías de entretenimiento.

Pero eso no es óbice para que el conductor se relaje por completo, ya que no hablamos de una conducción autónoma de nivel 4 o 5. Así que quien esté sentado en el puesto de conducción debe estar alerta para tomar las riendas del vehículo si las condiciones cambian o sucede algo inesperado. Si no es así, el mismo coche alertará al usuario gracias a un procedimiento de emergencia.

Si no se le hace caso, será el propio Drive Pilot quien se encargue de parar el coche en el arcén, encenderá las luces de emergencia y desbloqueará las puertas.

Los citados faros color turquesa servirán precisamente para alertar al resto de usuarios de la vía de que el vehículo tiene activado el modo de conducción autónoma.