Los motores eléctricos casi quintuplican la eficiencia de los propulsores con e-fuel

botellas de e-fuel

Gustavo López Sirvent

Según un estudio, los combustibles sintéticos tienen un 16% de eficiencia mientras que los motores eléctrico desarrollan un 72%

Los combustibles sintéticos o e-fuel están desatando una guerra de declaraciones entre los que apoyan este carburante y los detractores. Aire, agua y electricidad son los elementos que hacen falta para fabricar el también llamado combustible electrónico, pero también se requieren procesos industriales costosos y catalizadores para acelerar las reacciones químicas necesarias.

Analistas y científicos se esmeran en realizar informes y pruebas para ver la eficiencia de los motores eléctricos y los e-fuel, que vistos esos estudios, salen mal parados. Los eléctricos casi quintuplican la eficiencia en cuanto a los también llamados combustibles electrónicos.

 La ciencia aporta que el 48% de la energía de la electricidad renovable se pierde en la conversión a combustibles líquidos, utilizando el valor promedio de las tecnologías de diésel.

Para agravar el problema, según varios estudios, el 70% de la energía de esos combustibles se perderá cuando se quemen en motores de combustión interna, con una eficiencia total del 16% para la vía de los combustibles sintéticos. Por lo tanto, la gran mayoría de la energía del sol o del viento se pierde. 

Por el contrario, la mayor parte de la energía utilizada por los vehículos eléctricos en realidad se destina a impulsar las ruedas, perdiendo solo un 10% en la carga y un 20% en el motor para sumar una eficiencia total del 72%. ¡Eso es un gran ahorro en costes de combustible! 

Si bien no se incluye la pérdida de eficiencia del 6% en la transmisión y distribución de electricidad, también se omiten las pérdidas de energía en el transporte de los e-fuel. Además, hay más evidencia de que la disminución de los costes de la batería llevará a los vehículos eléctricos a la paridad de precios con los automóviles convencionales en un breve espacio de tiempo. 

También hemos hablado aquí del coste que tendrán los e-fuel que los hará poco o nada asequibles.  Para poner las cosas en perspectiva, hemos calculado que el uso de combustibles electrónicos para reducir las emisiones de CO2 de los vehículos costaría tres veces más que la sanción por no cumplir con los estándares europeos de economía de combustible para coches y motocicletas.

En resumen, la vía por la que van a transitar los combustibles sintéticos va a estar llena de dificultades, ya que cada vez se encuentran más problemas. Y establecer estrategias a largo plazo basadas en el motor de combustión interna nos costará mucho más que dinero y no tendrán la neutralidad completa que tienen los eléctricos.