Seis motivos por los que las baterías en estado sólido van a dar otra vida al coche eléctrico

batería en estado sólido

Gustavo López Sirvent

El hecho de que los fabricantes de los coches eléctricos anden a la caza y captura de reducir los tiempos de carga y de tener una amplia autonomía ha provocado que se eche mano de las baterías de estado sólido, que son más eficientes, más seguras y más resistentes que las actuales de iones de litio.

No todos los dedos de la industria automotriz apuntan hacia las baterías de estado sólido como el remedio a todos los males de los coches eléctricos. Pero sí muchos ya piensan que pueden cambiar el rumbo de la historia en este segmento.

Todos los productores de coches van a la caza del maná con la reducción de los tiempos de carga y tener una gran autonomía. De momento se han dado pasos lentos, pero sin ser definitivos, por lo que la llegada de las baterías de estado sólido pueden variar el panorama actual. Estos son los seis motivos que creemos que van a hacer que esta pila se implante en numerosas marcas.

1.No pierde degradación a medida que pasa el tiempo

Las baterías en estado sólido tienen un electrolito sólido (es un cristal de sodio), mientras que las de litio, ese electrolito es líquido. Este hecho provoca que las sólidas no se degraden tanto con el paso del tiempo, como sí ocurre con las de litio. Éstas, a medida que van completando cientos y cientos ciclos de cargas y descargas, van perdiendo propiedades y disminuyendo la autonomía.

Esta reacción sucede porque el electrolito líquido se va solidificando con el paso del tiempo. No así el sólido, que gracias a su estado evita que se formen dendritas, que es lo que hace que la batería pierda rendimiento. Por esta razón, las sólidas no pierden su capacidad después de muchos años y kilómetros.

2. Las sóidas presentan más seguridad

Un punto muy a tener en cuenta es que el electrolito sólido suprime de un plumazo el posible riesgo de sobrecalentamiento de la batería e, incluso, de que pueda explotar si llegamos a casos excepcionales. En consecuencia, las baterías en estado sólido presentan más seguridad que las de iones de litio, ya que nunca van a provocar un incendio. Ya lo hemos visto en algún vehículo de cero emisiones...

3. Mucha más densidad energética

El tercer punto ventajoso de este tipo de pilas es que cuenta con mucha más densidad energética que las que se usan hoy en día porque pueden llegar a almacenar hasta el triple de energía con respecto a las actuales baterías de iones de litio.

Este hecho, traducido al román paladino, quiere decir que podrán realizar mayores distancias con una sola recarga, lo que implica dejar de lado un problema tan machacado como el de la autonomía. Además, debemos añadir que las de estado sólido son más pequeñas y ligeras, lo que provoca un beneficio en cuanto al consumo de energía y al rendimiento del automóvil.

4. Resistencia a temperaturas bajo cero

Los vehículos eléctricos que se fabrican en la actualidad sufren mucho cuando el termómetro se acerca a los 0 grados o los supera porque pierden mucha autonomía durante la época más fría del año. Esto se debe a que las bajas temperaturas reducen ostensiblemente la densidad energética de las baterías de iones de litio.

Este obstáculo se ha ido rebajando poco a poco con la instalación de bombas de calor. Aun así, las baterías en estado sólido garantizan que, incluso con temperaturas bajo cero, su capacidad no se reduce como ocurre con su principal competidora.

5. Se reducen los tiempos de carga

Un quinto motivo por el que las baterías en estado sólido pueden cambiarán el rumbo del segmento de los vehículos eléctricos es porque van a disminuir de manera notable los tiempos de recarga. Sin embargo, para lograrlo precisará de sistemas de carga rápida de hasta 200 kW.

 Se estima que los tiempos de carga que van a tener las pilas de estado sólido será entre 10 y 15 minutos para recuperar el 80% de la capacidad de una batería media. Esta situación es significativa porque es más de la mitad de lo que necesita una batería de iones de litio hoy en día.

6.Menos tamaño, menos precio

Estas baterías de estado sólido cuentan con una última ventaja. Al tener mayor densidad energética, se puede conseguir la misma capacidad con menos tamaño, lo que afectaría al precio y podrían aparecer versiones más asequibles.

Podría beneficiar el diseño de los coches al no ser necesariamente vehículos de gran tamaño ubicados entre las ruedas, sino que podrían colocarse en otros lugares.