¿Cuándo podremos cargar un coche eléctrico sin cables?

Toyota RAV4 con tecnología de Electreon

Gustavo López Sirvent

A pesar de que ya se está trabajando sobre la tecnología de 'carga inductiva', parece que el proceso será más lento de lo esperado, ya que trae consigo un elevado coste en el precio final del vehículo y que, además, no hay lugares habilitados para poder llevar a cabo estas recargas sin cables.

Hay aspectos de la tecnología de los coches eléctricos que avanzan más rápido que otros. A diario vemos cómo aparecen diferentes opciones de baterías más eficientes dependiendo de los materiales de las que estén hechas. Pero hay otros factores como la forma de cargar esas pilas que llevan un ritmo más lento en su evolución.

Hasta ahora sólo conocíamos la carga con cables, tanto en su versión casera como en la rápida. Pero ya está investigando la carga sin cables, o lo que los expertos llaman la 'carga inductiva'. Ya hemos visto algún modelo como el concept car Chrysler Halcyon, que la ha utilizado.

Electreon, empresa de soluciones de carga inalámbrica para vehículos eléctricos, hizo una prueba en Estados Unidos con el Toyota RAV4 híbrido enchufable durante más de 100 horas sin agotar su batería de 18 kWh en una pista de pruebas circular. Otra opción, quizá menos costosa para la carga por inducción a gran escala a medio plazo sean las plazas de aparcamiento. 

En vez de tener que conectar un cable en una estación de carga, o incluso que un robot lo haga por ti, como demostró Volkswagen en el CES a principios de este año, sería desplazarte hasta un lugar de estacionamiento designado y, una vez allí, o bien activar el servicio a través de una pantalla táctil o bien hacerlo por un comando de voz y que comenzara el proceso de carga.

El proceso de carga real no es tan diferente al que ocurre cuando colocas tu teléfono en la plataforma de carga de tu coche o en tu escritorio. Una corriente eléctrica enviada a través de una bobina incrustada en la superficie de la carretera crea un campo magnético que genera electricidad en una segunda bobina del automóvil y esa electricidad se utiliza para llenar la batería. 

Además, los vehículos eléctricos no necesitan estar al ras de la superficie de carga como lo hacen los teléfonos. Pero quizá esa tecnología no la veamos a corto plazo porque tiene una velocidad de carga muy lenta. 

Estos cargadores inalámbricos para vehículos eléctricos son tan rápidos como un cargador de nivel 2, por lo que son mucho más lentos que los rápidos cargadores de CC a los que se refieren los fabricantes de automóviles cuando citan sus tiempos de recarga de 15 minutos. 

Aun así, la empresa Hevo ya experimenta con un cargador rápido inalámbrico de 300 kW, pero, de momento, no hay fecha para saber cuándo verá la luz.

Un problema a tener en cuenta es el coste de la infraestructura y el hardware que necesitaría este tipo de coches para que se active la carga inductiva. Aunque es un dato subjetivo, algunas fuentes apuntan a que podría llegar a 2.300 euros añadidos al precio final de un eléctrico. Aun así, esa tarifa podría bajar si se consigue mejorar su fabricación a medida que pase el tiempo.

Si unimos que va a ser más caro y que no hay lugares donde la gente pueda usar la capacidad de carga significa que pocos fabricantes de automóviles han expresado mucho interés. Pero siempre aparecerá Tesla en la ecuación para tratar de ser el primero. 

La compañía de Elon Musk compró la empresa alemana de tecnología inalámbrica Wiferion el año pasado y se sabe que está trabajando activamente en una plataforma de carga inductiva que los propietarios podrían colocar en su garaje. Este tipo de plataformas de carga sobre el suelo podrían ser las primeras en aparecer en el mercado.

El año pasado, WiTricity presentó su plataforma de carga Halo, que puede cargar a 11 kW, lo mismo que un cargador de nivel 2 y, por lo tanto, suficiente para una autonomía de 56 a 64 km por cada hora de carga.

También BMW hizo un intento parecido. Fue un programa de prueba que se lanzó en Alemania en 2018 y llegó a California en 2019. En él, algunos propietarios del 530e incorporaron una plataforma de carga de 3,2 kW que podían usar en su hogar para recargar la pequeña batería de 9,2 kWh de su híbrido en 3,5 horas. Igual, en un futuro no muy lejano, la marca de Múnich vuelva a retomar la idea.