Un yacimiento de hidrógeno en Huesca puede cambiar el futuro de la automoción en España

Hidrógeno

Gustavo López Sirvent

Este pozo, que se encuentra entre Barbastro y Monzón, podría prolongar durante 20 años la extracción de este elemento químico que se plantea como uno de los relevos con más posibilidades para sustituir al diésel y a la gasolina.

Las tierras del Pirineo Aragonés ofrecen variedad de productos tales como oliva, uva, cebolla, arroz o las famosas borrajas. Pero en el subsuelo de esos terruños también se esconde algo que puede ser muy valioso para la economía de esa región: el hidrógeno. Un yacimiento de este elemento químico se encuentra entre las localidades de Barbastro y Monzón y ya está siendo explorado.

Debemos hacer hincapié en que el hidrógeno, junto a la electricidad por baterías, se plantea como uno de los relevos con más posibilidades a los ya salientes diésel y gasolina. Y resulta que en las profundidades de las montañas de Huesca puede existir material suficiente como para que su extracción se prolongue en los próximos 20 años. Por su color lo llaman hidrógeno dorado.

En el caso de la reserva oscense, es una roca de tipo salino la que se encarga de mantener controladas grandes cantidades de hidrógeno y helio. Es más, si las autoridades tanto regionales como nacionales aprueban el proyecto, será la primera vez que se proceda a su extracción en territorio europeo. 

La ventaja principal de este tipo de material es que comercialmente es mucho más barato de adquirir que el hidrógeno verde, que necesita de una gran cantidad de energía para ser producido, ya que se elabora mediante un proceso de electrolisis, lo que acaba encareciendo el producto final. 

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Es más, tanto el helio como el hidrógeno son gases ligeros que ascienden por su propia cuenta. Este hecho provocaría que no hiciera falta aportar a su extracción ingentes cantidades de energía.

Si hasta la fecha no se ha sabido nada de este tipo de elemento ha sido porque ni geólogos ni químicos pensaban que pudiera existir en el subsuelo, al menos, en grandes concentraciones, pero se han realizado estudios científicos que ratifican que se encuentra bajo el suelo.

Problemas burocráticos

El proyecto de la startup Helios Aragón PTE, fundada por dos geólogos, está en fase de estudio, merced a unos permisos concedidos en junio de 2020 y que tendrán validez durante seis años desde el momento de la concesión. Pero esta empresa se ha topado con una ley: en concreto, la del 7/2021, de 20 mayo de 2021, de cambio climático y transición energética. 

Esta normativa estipula en su artículo 9 que no se pueden otorgar en territorio nacional nuevas autorizaciones de exploración, permisos de investigación de hidrocarburos o concesiones de explotación para los mismos. Y esta legislación considera que el hidrógeno natural es un hidrocarburo.

El siguiente paso es que la empresa que pretende hacerse con los derechos de explotación debe obtener un permiso especial del Gobierno de Aragón y del Gobierno de España para llevar a cabo las primeras perforaciones en 2024 con el fin de explorar estas tierras. 

El siguiente paso sería que España siguiese los pasos de Francia y considere que el hidrógeno natural sea una excepción en la citada ley de cambio climático para poder explotarlo. Sea como fuere, este pozo de hidrógeno puede cambiar el sector energético en nuestro país para enfocarlo hacia el futuro de la automoción, que pasa por la movilidad sostenible y neutra en emisiones.