El verdadero problema del coche eléctrico en España: la normativa de los puntos de carga

Opel corsa-e cargando enchufe

En España, la red de puntos de carga de coches eléctricos es deficiente. ¿Por qué? Porque instalarlos supone un proceso complicado y muy largo.

Uno de los grandes inconvenientes que afrontan los coches eléctricos en nuestro país es la falta de puntos de carga en el territorio nacional, mientras que otros países sí cuentan con una red más extensa. Sin embargo, este problema no es algo inexplicable, ya que tiene que ver con la dificultad y el lento proceso de la instalación de una red de cargadores públicos en España.

En nuestro país, no contamos con un amplio número de puntos de carga instalados y no todos están en funcionamiento aún. ¿Por qué es así? Nuestros compañeros de Auto Bild han querido averiguarlo y, para ello, han contactado con Endesa, la empresa con la mayor red de recarga pública.

Según la compañía, lo primero es realizar un acuerdo con un socio que ceda el suelo para la instalación de los puntos de carga, como puede ser un centro comercial o una gasolinera. Entonces, la compañía distribuidora de electricidad encargada de esa zona en concreto es la que tiene que conectar ese punto a la red. Ahora bien, aquí es donde se empieza a complicar el proceso.

BMW i4 cargadores Ionity

En función del lugar elegido, hay que contactar con unas administraciones u otras. Por ejemplo, el Ayuntamiento de la localidad tiene que autorizar la obra, pero, si la suma de los puntos de carga supera los 100 kWh, también debe dar permiso la Delegación de Industria de la comunidad. 

Por otro lado, si la instalación está a menos de 100 metros de una carretera, es necesario el permiso del Ministerio de Transportes. Sin embargo, incluso sin esto, el proceso ya es largo. Según Endesa, solo con los permisos del Ayuntamiento e Industria se tardan unos seis meses en poder construir.

Sin duda, esto ya deja claro que construir una red de puntos de carga no es un proceso rápido y la cosa no mejora al avanzar. A la hora de instalar los puntos, si la potencia es de hasta 100 kWh, puede estar listo en una semana. Sin embargo, para mayor capacidad, pueden tardarse unos dos meses. 

Además de esto, luego hay que solicitar el alta de puesta en marcha a Industria, algo que tarda unos tres o cuatro meses. Hasta entonces, los cargadores no están conectados a la red y la luz verde para la conexión puede tardar hasta tres años en llegar. Por ello, muchos puntos de carga siguen sin estar operativos.

Con esto, contar con una red de carga adecuada en España es complicado, pero el Gobierno ha anunciado cambios para que se agilice el proceso. Por ejemplo, se pretende sustituir el primer paso -la elevación a público de la operadora y el socio- por una declaración formal en la que las partes firmen su acuerdo y su "responsabilidad solidaria de todo lo que puede derivar de esa instalación”.

De esta forma, todo sería algo más sencillo, pero desde Endesa señalan que solo se recortaría en torno a un mes y abogan por mayores cambios que faciliten estas instalaciones. Solo así se podrá tener una red a la altura de la demanda, cuando los eléctricos sean más populares en nuestras carreteras.

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