Cupra es una marca de coches deportivos. Hasta ahí estamos todos de acuerdo. Empezó hace aproximadamente un par de años y ha ido evolucionando hasta crear un SUV híbridos, y este año precisamente puede llegar uno de los mejores coches híbridos por calidad precio que se recuerdan. Me refiero al Cupra León. Un hot-hatch que fue desvelado hace unos pocos días y que muy pronto estará disponible. Ahora bien, solo habrá Cupra León con cambio automático. Así que si tenías pensado esperar por él para pillarte uno con caja manual... olvídate. El DSG será su religión.

El Cupra León 2020, solo con cambio automático

Así es, amigo mío. El Cupra León 2020 solo podrá ser automático. Veamos primero cuáles serán sus opciones mecánicas. Como novedad principal, tendremos un León firmado por Cupra con un sistema de propulsión híbrido enchufable. Recibirá el nombre de eHybrid y su potencia conjunta será de 245 CV, al igual que en el Cupra Formentor. Su tracción será delantera e irá asociado a una transmisión automática DSG de doble embrague de seis velocidades. Ojo con este dato, porque será la única variante de la gama en la que se dé.

Pero tranquilo, que también habrá variantes de combustión. La primera, quizá algo descafeinada para llevar el nombre de Cupra a estas alturas, será una de 245 CV. Con una potencia equiparable a la de un Golf GTI en vez de a la de un R. Algo que casa más con la filosofía de un Cupra León automático son las otras dos versiones: una con 300 CV asociada a la carrocería de cinco puertas, y otra de 310 CV en combinación con la tracción a las cuatro ruedas y la carrocería familiar ST. En todos ellos el bloque será el conocido 2.0 TSI de cuatro cilindros y la transmisión DSG tendrá siete velocidades.

¿Que cuál es el mejor? Pues si te doy mi opinión sincera, yo me decantaría por la versión familiar. La primera de las razones es porque me parece una preciosidad si hablamos de diseño. La segunda es porque la tracción total 4Drive es una garantía de seguridad y de motricidad. Y la tercera... ¡qué narices! Porque es el único Cupra León con cambio automático que tiene la opción de tener 310 CV. Y sí, a lo mejor 10 CV no son una ganancia bestial. Pero nunca se le hace ascos a más potencia.

Por último, me gustaría apuntar hacia el Seat León Cupra R de esta prueba. Un compacto con un muy buen cambio manual. Con recorridos cortos y precisos. Una simbiosis casi perfecta (también tiene algunos puntos de mejora) entre transmisión y un vehículo afilado, cuyo comportamiento deportivo era una maravilla y capaz de tragarse cualquier curva a velocidades demenciales. Una lapa en el asfalto. Una configuración que, por desgracia, no volveremos a ver.