Prueba Seat León Cupra R: ¿por qué solo 799? ¿¡POR QUÉ!?

Prueba Seat León Cupra R cenital
Ya me respondo yo mismo: porque Volkswagen no se puede permitir tener un León tan bueno.

Tiene que ser esa la respuesta, no hay más. La prueba del Seat León Cupra R estaba marcada en rojo en el calendario, una de las citas más importantes del año para los que consideramos al Seat León Cupra como uno de los mejores coches del mercado. Mi primera prueba del Seat León Cupra todavía la recuerdo con cariño: un compacto súper rápido, muy eficaz, discreto y a un precio de escándalo. ¡Tenía que ser el superventas soñado!

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A tanto no hemos llegado, pero sí que es verdad que cada día se ven más por la calle. Es un coche muy bueno, pero los que hemos probado varias de sus versiones, incluyendo el Seat León Cupra ST con tracción integral, teníamos muy claro que el producto tenía todavía margen de mejora, no tanto a nivel dinámico pero sí en otros elementos importantes en un coche tan pasional como este.

Seat también lo sabía y se puso manos a la obra para crear el Seat León Cupra R de esta prueba, un modelo que debía ser más emocionante y que debería dejar algo de lado esa sensatez que tiene el León Cupra ‘normal’ y apostar más por la radicalidad y la pasión por las altas prestaciones en frasco pequeño. Sabiendo cómo iba este coche, muchos de nosotros ya pusimos nuestra imaginación a volar imaginando un León Cupra más ligero, más potente y más radical. La boca se nos llenó de saliva.

Pero cuando llegó el momento y conocimos al ansiado Seat León Cupra R el bajón fue considerable: apenas 10 caballos más, mismo peso (incluso más que un Cupra pelado por el extra de equipamiento) y lo único destacable era un nuevo kit de carrocería, aparentemente. ¿Por qué tan pocos cambios? Parece claro que desde el Grupo Volkswagen se marcaron los 310 CV del Volkswagen Golf R como el límite de potencia, la línea roja.

A cambio, los chicos de Seat Sport, con la inestimable ayuda de algunos pilotos de la casa como Jordi Gené, se pusieron manos a la obra para mejorar en lo posible el fantástico comportamiento dinámico del León Cupra: se decidió aumentar la caída de la suspensión hasta los dos grados, así como reconfigurar la centralita de la gestión de la suspensión adaptativa. También se decidió tocar el sistema de escape y modificar ligeramente la respuesta de la dirección. El objetivo es crear un León Cupra más preciso y eficaz. 

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Frente a mi, el Seat León Cupra R luce sensacional. Por fin un Cupra que luce como un Cupra y no como un FR TDI. Es cierto que la discreción es un grado en este coche y esta nueva versión pierde un poco de ello, pero la verdad es que no resulta recargado y son detalles que le sientan fantásticamente bien. El paragolpes destaca por sus nuevas tomas de aire y el acabado en color bronce que es protagonista del Seat León Cupra R y que forma parte del acabado de serie.

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El coche se ve más cerca del suelo, más gordo: una sensación incrementada por el nuevo kit de ensanche que le aporta mucho más porte. Los detalles en fibra de carbono en el labio frontal, en el lateral o en el difusor trasero también ayudan a crear un conjunto mucho más racing y estimulante a la vista. ¡Qué decir de las nuevas llantas! Me parecen todo un acierto y su acabado en negro con toques en bronce queda realmente espectacular.

En el interior del Seat León Cupra R encontramos numerosos cambios encaminados a lo mismo: aumentar esa sensación racing y deportiva. Los backets, tapizados en cuero y alcántara, son de serie, así como el volante y el pomo del cambio específicos y también tapizados en alcántara, el cuadro de mandos con el fondo en color plateado o la identificación del modelo y su número de serie dentro de la edición limitada. 

El equipamiento es generoso y en el Seat León Cupra R viene cerrado: es decir, el único extra que podrás elegir es la pintura gris en acabado mate (2.600 euros). En un primer momento la idea era incorporar únicamente la transmisión manual de seis velocidades, para darle un toque más purista, pero finalmente se optó también por la transmisión automática DSG.

En cuanto al motor, prácticamente no encontramos cambios: se ha optimizado su anclaje al chasis para mejorar la rigidez del conjunto pero en cuanto a potencia, los 10 CV extras apenas se notan: ni falta que hace, ya que el coche corre más que suficiente. Arranco y el cuatro cilindros pega un grito acompañado de dos ligeros petardazos para más tarde reposar con un ligero ronroneo. ¡Qué maravilla! ¡Por fin un León Cupra que suena bien! 

Meto primera y no me lo pienso, ¡salgo a fondo! Seat me ha preparado un tramo de seis kilómetros y medio cerrado al tráfico para poner en práctica la renovada capacidad dinámica del Seat León Cupra R. El motor sube de vueltas con una gran alegría y se siente pletórico en cualquier régimen, el sonido ahora sí que acompaña y quizás la única pega sea un cambio manual que no mejora: podría tener un tacto algo más seco y directo.

Los asientos tipo backet son los mismos que ya he probado en el Cupra y destacan por un buen agarre lateral pero sobretodo por la comodidad que aportan en un uso habitual. Llegan las curvas y selecciono el modo Cupra. La suspensión se torna mucho más seca y dura que en otras versiones, ¡vaya qué diferencia! La verdad es que no me esperaba tanto cambio: el coche gira plano y entra en las curvas a una velocidad diabólica, para salir a toda marcha sacando tracción de donde no la hay: el fantástico chasis y los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 dan lo mejor de sí para que tú termines con una sonrisa en la boca.

Es una pasada lo bien que se mueve este coche en una zona de curvas: es estable, tracciona de maravilla y ahora se siente más dramático, más deportivo, le han dotado de ese feeling que antes no tenía, aunque es más cuestión de sensaciones que de cronómetro, ya me entiendes. Llego al final del tramo muy contento y satisfecho con este coche, con una sensación de estar ante un producto fantástico y que no me importaría llevarme a mi garaje. 

Decido colocar el modo confort y el Seat León Cupra R de esta prueba (por cierto, es el ejemplar número 3) me demuestra que es un coche perfectamente utilizable en el día a día sin morir en el intento. Es noble, es rápido y es tremendamente eficaz en curvas. Mejora justo donde tenía que mejorar: en estética y en el sonido del motor, y cuando quieres ‘Rock’n Roll’ hace que la experiencia sea más completa y gratificante al sentir mejor lo que pasa bajo los neumáticos.

Pocas veces con las manos tan atadas se ha hecho un trabajo tan fino. Creo que han tocado un coche fantástico y, lo más importante, no han estropeado ni un ápice su esencia, al contrario, la han llevado a un nuevo nivel. ¿Todo es bueno? Claro que no: el precio pondrá a más de uno ante una decisión fatal: 44.500 euros sin la pintura, con ella, supera los 47.000 euros. Estamos en precios de un Audi RS3 con pocos kilómetros y la verdad es que hasta día de hoy, Seat nunca ha entrado en el segmento de los coches de colección y está por ver si el mercado acepta ese sobreprecio en favor de una mayor exclusividad.

Para mi sin duda esa es la peor noticia: que solamente vaya a haber 40 coches en nuestro mercado es una pena. Creo que el Seat León Cupra R no debería tener ningún tipo de limitación a la hora de comprarlo y creo que debería ser algo más barato: no obstante, parece claro que desde arriba no quieren que un producto tan redondo y tan bueno pueda robar ventas no solamente a los Volkswagen Golf GTI y Golf R, sino incluso también a los Audi S3 o RS3. Es lo que hay: si te gusta, ya puedes correr porque están a punto de agotarse. ¡Corre insensato, corre!

Nuestro veredicto

0.9