La llegada del año 2025 a algunos les ponía nerviosos. No en vano, era la fecha en la que iba a entrar la normativa antiemisiones Euro 7, un paso más de la Unión Europea hacia la descarbonización.

La cuestión es que, en plena transición hacia los coches eléctricos, los fabricantes se quejaban de que no podían gastarse dinero en desarrollar motores con un margen de vida tan corto (hasta 2035), y a la vez centrarse en expandir sus líneas de coches eléctricos.

Los mejores motores de Alfa Romeo según mi discutible criterio

Pero hace unos días se supo que la normativa se iba a retrasar y que, además, iba a ser algo más suave: se hablaba de que podría mantener los niveles de emisiones de los motores de los coches ligeros (la EU7 también afectará a comerciales), aunque el tema de las emisiones de los frenos y demás sigue intacto.

Las reacciones de alivio se han dado en varias marcas, principalmente en aquellas en las que el peso de los coches pequeños (normalmente con etiqueta C) es importante: por ejemplo, Seat recibe un buen balón de oxígeno porque no cuenta con híbridos en el segmento Ibiza/Arona.

En la parte opuesta de la tabla, también hay quien sale beneficiado. Según una entrevista en Autocar Jean-Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo, ha confirmado que su maravilloso motor 2.9 V6 seguirá vivo con la nueva normativa. 

Este bloque, que  no solo anima a los Alfa Romeo Giulia GTA (o el GTAm que hemos probado)y su hermano el Stelvio, sino que también moverá el nuevo Alfa Romeo 33 Stradale.

Por cierto, este último superdeportivo italiano podrá ser también eléctrico (tres motores, 750 CV), al igual que el nuevo Giulia, del que se rumorea que será eléctrico y tendrá tres niveles de potencia que irán de los 350 a los 1.000 CV.

Quizá, con este movimiento, el Alfa Giulia actual pueda seguir entre nosotros algún tiempo más...