¿Conoces al Peugeot 205 GTi Plus? La versión más lujosa y refinada
El Peugeot 205 GTi Plus es probablemente la versión más rara y exótica del Peugeot 205 GTi, uno de nuestros compactos deportivos favoritos de la historia. Es uno de los coches fetiche de la redacción, por eso nos gusta hablar de él, especialmente de algunas de las versiones más frikis como por ejemplo el Peugeot 205 GTi blindado de Bernard Arnault.
Hoy no te voy a hablar de seguridad y tampoco demasiado de deportividad, hoy te voy a hablar del Peugeot 205 GTi más lujoso y refinado que jamás existió. Se llamó Peugeot 205 GTi Plus y fue lanzado en los últimos años de vida de este fantástico vehículo. Con él, Peugeot estrenó la nueva década de 1990.
Peugeot 205 GTi Plus, ¿por qué era tan especial?
Esta versión se lanzó con dos motores, el pequeño 1.6 de 115 CV y el 1.9 de 130 CV, aunque la inmensa mayoría de compradores de esta versión optó por la versión más potente. La firma francesa decidió lanzar una versión más refinada especialmente para ciertos mercados donde había demanda de este tipo, como por ejemplo en Suiza o Italia.
Quizás lo primero que llamaba la atención era su color exterior, un elegante y sofisticado verde Sorrento metalizado, que le aportaba mucha clase. Era un color que a la sombra podía parecer negro, pero que al sol deslumbraba con sus matices verdes. Lo dicho: muy elegante, más propio para un Bentley o un Rolls-Royce que para un Peugeot 205 GTi.
El equipamiento interior del Peugeot 205 GTi Plus se metía de lleno en el segmento del lujo y de categorías superiores. Contaba con servodirección y aire acondicionado. También con el sistema ABR, precursor del ABS, aunque quizás el elemento más característico de esta versión eran sus asientos tapizados en cuero, algo muy poco visto en un vehículo de este tamaño.
Hoy, el Peugeot 205 GTi Plus es uno de los utilitarios de los 90 más cotizados. Su rareza es total y por su estilo y concepción es uno de los coches más raros que puedes comprar. No tengo ninguna duda que su precio seguirá al alza. ¡Cómo mola!
