¡Qué-pa-sa-da! Dodge Shakedown Challenger: ‘vieja escuela’ directa al SEMA

Este prototipo ‘retro-moderno’ de 485 CV te va a hacer babear. Mucho.

Los coches clásicos, especialmente los ‘muscle cars’, levantan pasiones. El Dodge Shakedown Challenger es la respuesta a esas pasiones, a esos sueños de cuatro ruedas. Lamentablemente, a día de hoy, no es más que un prototipo, pero con el Dodge demuestra al mundo lo que puede hacer combinando magistralmente el presente y el pasado.

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El Dodge Shakedown Challenger estará presente en el SEMA Show de Las Vegas y sin lugar a dudas será uno de los grandes protagonistas. El trabajo de Dodge ha sido impresionante, algo que difícilmente sobre la mesa, a priori, puede ser algo que funcione con éxito: tomar un clásico y modernizarlo, con luces LED incluidas, no parece la mejor solución.

Pero te equivocas: parece que los chicos de Dodge han ganado en buen gusto desde que están dentro del Grupo FCA. La base del Dodge Shakedown Challenger está basado en un Dodge Challenger de 1971, con una de las carrocerías más auténticas, sexys y deseables que han existido jamás. Sobre esa base, se ha modernizado su aspecto, se ha reconstruido su interior y se ha optimizado su rendimiento mecánico. ¿Cómo? Sigue leyendo.

El chasis se ha reconstruido completamente, incorporando una nueva suspensión más adecuada a los tiempos que corren y que le puede permitir visitas esporádicas a los circuitos sin morir en el intento. Bajo el capó, una joya: el HEMI V8 de 6,4 litros con 392 pulgadas cúbicas dotando a este viejo rockero de un alma de quinceañero. 485 CV de puro músculo asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades heredada del Dodge Viper y que hará chirriar los neumáticos asentados sobre llantas Hellcat de 19 y 20 pulgadas (delante y detrás).

Estéticamente es magnífico, con detalles que te harán dudar si estás con un coche de más de 40 años. Sus líneas son maravillosas y gracias a la eliminación de las maneras de las puertas, su aspecto lateral es limpio y redondo. Los faros de LED, tanto delante como detrás, inspiradas en el actual Challenger, modernizan su estética y a su vez, deja claro que la inspiración del nuevo Dodge Challenger es más que evidente.

En el interior, el Dodge Shakedown Challenger recibe cambios de altura, como nuevos asientos, derivados también del Dodge Viper, o un nuevo salpicadero con inserciones en fibra de carbono. Justo tras los asientos, se encuentran las barras antivuelco y un pequeño espacio para colocar el casco, los guantes y las botas para correr en circuito.

¿O es un sacrilegio meter en la pista esta joya? Es posible: sin lugar a dudas, el aspecto del Dodge Shakedown Challenger deja patente una cosa: el aspecto de este muscle car sigue enamorando y mucho tiene que cambiar el mundo para que nos deje de enamorar. ¿Te imaginas algo así en los concesionarios? Nosotros ya nos hemos puesto a rezar.