Los cinco coches que tu padre no querría que le regalases

Con estos regalos, tu padre se preguntará qué hizo mal.

Es el Día del Padre; te lo recordamos por si tienes que salir corriendo para comprar algo. Seguro que entre tus ideas bienintencionadas siempre ha estado compensar a tu progenitor con algo en forma de cuatro ruedas todos los fines de semana enseñándote a conducir, los días que le robabas las llaves y le devolvías su preciado automóvil sin gasolina o que (casi) hiciera la vista gorda cuando se lo dejabas en un estado muy distinto al que tenía cuando lo cogiste… Pero, ¿sabes qué coches no regalar a tu padre? Porque hay muchas buenas opciones, pero, con una de éstas… di adiós a la armonía familiar. O no, nunca se sabe…

Todo lo contrario: 7 coches que jamás debería conducir un novato.

Fiat 124 Spider

Coches para no regalar a tu padre: Fiat 124 Spider (II)

Estooo… ¿en serio ves a tu padre dejándose caer en una postura de conducción tan baja como la del 124 Spider y levantándose después? Piénsatelo. A menos que esté muy en forma, claro; entonces le regalarás una segunda juventud.

Renault Twizy

Coches para no regalar a tu padre: Renault Twizy (II)

No, no y no. Te lo hemos explicado mil veces. Aunque tu madre sabrá ver el lado práctico del Renault Twizy, eso seguro.

Opel Zafira

Coches para no regalar a tu padre: Opel Zafira (II)

El modelo en sí no tiene nada de malo, en serio. Excepto su falta de emoción, quizá. Pero con el Opel Zafira, el mensaje está claro: va a cuidar a sus nietos más de lo que le gustaría. No abuses.

Citroën e-Mehari

Coches para no regalar a tu padre: Citroën e-Mehari (II)

Tú lo has hecho con buenas intenciones, para que le recuerde sus años mozos… Y, precisamente, es el público al que se destina el e-Mehari: jovenzuelos despreocupados camino de la playa. Si tu padre es de corte tradicional, como poco, le extrañará. Míralo por el lado bueno: a lo mejor descubre una nueva faceta hippie…

Audi TT

Coches para no regalar a tu padre: Audi TT (II)

No mientas: lo quieres tú. Eso es egoísmo puro y está muy feo. Te mereces que tu padre encuentre la manera de encajarse dentro del Audi TT (confiésalo: ni siquiera es sencillo para ti) y no te deje ‘ni olerlo’.