Cómo pudo superar el Bugatti Chiron Super Sport 300+ el récord de velocidad

Bugatti Chiron Super Sport 300+.

Fue necesario trabajar al milímetro

En agosto de 2019, Bugatti dejó huella una vez más en la historia del automovilismo al convertirse el Chiron Super Sport 300+ en el primer coche de producción en superar 300 mph -unos 483 km/h-. El superdeportivo llegó a alcanzar 490,484 km/h pero, ¿cómo llegó a conseguirlo?

Para ello, la firma francesa tuvo que realizar varios cambios sobre el ya de por sí rápido Chiron. Y es que, aunque este modelo ya es sorprendentemente veloz, era necesario poner toda la carne en el asador. Por esto, se trabajó en aspectos como la mecánica y la aerodinámica.

Un chasis nuevo y refinado

Uno de los puntos clave era el chasis, que fue de nuevo desarrollado por la marca, esta vez poniendo el foco en una mayor velocidad y una distinta aerodinámica. De esta forma, los ingenieros se ocuparon de aspectos como la mejora de la rigidez para lograr una mayor estabilidad a partir de los 420 km/h.

Esto no fue lo único, eso sí, ya que también se ajustó el control electrónico del chasis y la suspensión. La respuesta era de apenas seis milisegundos y así todo quedaba adecuado a los movimientos del coche.

Una aerodinámica más compleja

La mecánica es importante, pero no es nada sin una buena aerodinámica. Esto lo sabían en Bugatti y por ello incluyeron una amplia lista de novedades en este aspecto. Por ejemplo, se integraron nuevas cortinas de aire en el frontal para guiar el aire por los lados del coche y favorecer la estabilidad a altas velocidades.

Asimismo, también se trabajó en la cantidad de aire que pasa por el radiador, de manera que quedase equilibrado. Además, se estableció que el flujo de aire variara en función de la velocidad, de manera que los difusores frontales quedasen colocados en posición horizontal a máxima velocidad, enviando menos aire a los pasos de rueda.

Aerodinámica Bugatti Chiron y Chiron Super Sport

En esta última zona, además, se colocaron nueve salidas de aire circulares que hacían referencia al EB 110 de los años 90. Eso sí, esto también tenía su función, ya que prevenía que el frontal del coche se levantara a altas velocidades. De hecho, añadían entre 20 y 30 kg de carga aerodinámica al Chiron Super Sport 300+ a partir de los 380 km/h.

Estos son algunos de los detalles que definieron la delantera de este superdeportivo, pero por detrás también hubo cambios. El más llamativo era la larga trasera, 25 cm más larga que la del modelo base y alineada con el alerón y el difusor para favorecer el flujo de aire. 

El alerón también varió su tamaño, ya que era un 8% más grande que el del Chiron. El difusor, por su parte, se rediseñó por completo y se creó con una longitud 23 mm mayor. Esto obligó también a mover las salidas de escape hacia los lados para no afectar a su funcionamiento.

Una mecánica ajustada

Aun así, como es evidente, la mecánica también recibió cambios. El motor del Bugatti Chiron Super Sport +300 era un W16 de 8 litros con 1.600 CV y 1.600 Nm de par motor de 2.250 a 7.000 rpm. Esto supuso un aumento de potencia y par con respecto del modelo base, algo que se logró con cambios como unos pistones reforzados y un aumento de la presión del aceite.

Por otro lado, también se montaron turbos más eficientes, contando los cuatro ahora con unas turbinas y una compresión mayores. Esto permitió lograr un aumento de la presión y fuerza. Todos estos cambios afectaban también a la vibración, por lo que también se llevaron a cabo modificaciones para lograr un funcionamiento más suave del motor.

Motor W16 del Bugatti Chiron Super Sport

Así, este propulsor se combinaba con una caja automática de doble embrague de siete velocidades que, por supuesto, también fue ajustada. Se cambió la relación de marchas y la séptima era ahora un 3,6% más larga. De esta forma, el tiempo de 0 a 200 km/h era de 5,8 segundos; de 0 a 300 km/h, de 12,1 segundos; y de 0 a 400 km/h, de 28,6 segundos.

Todo esto hizo que la mecánica de este modelo fuese claramente mejorada y la combinación con elementos como un nuevo sistema de escape de titanio -más ligero, resistente a las temperaturas y rodeado de una corriente de aire frío- supusieron un broche de oro a todo el conjunto.

Bugatti Chiron Super Sport 300+

Finalmente, lo último a mejorar eran las ruedas, que debían ser ligeras y ser capaces de soportar la velocidad. Se diseñaron unas llantas específicas de aluminio de cinco radios, aunque se ofrecen otras de magnesio de manera opcional en el Super Sport. Estas llantas se envuelven en unos neumáticos Michelin Pilot-Sport-Cup-2 diseñados para superar los 500 km/h.

Con todo, cada cambio que la marca realizó sobre el Chiron supuso que fuesen capaces de traspasar un límite más con la mayor seguridad. En conjunto, una asombrosa cantidad de ingeniería y tecnología para crear un modelo capaz de volar sobre el asfalto.