La marca italiana Fiat quería actualizar en los años noventa su 126 tras más de una década en el mercado. El sucesor llegó con el Fiat Cinquecento, un modelo que luego se convertiría en el Seicento y que más tarde daría como resultado el Fiat 500. Pese a ello, en esos años varias casas de diseño presentaron sus proyectos para el nuevo urbano de la marca, y aunque ninguna llegó a quedarse si sirvió para que Daewoo presentara su nuevo Matiz.

Tras la llegada del nuevo Cinquecento la marca presentaba a través de la Asociación de la Industria italiana del Automóvil un concurso para que diferentes firmas de diseño presentaran su visión de un futuro Cinquecento. Destacaron firmas tan conocidas como Bertone, IDEA Institute, Stola e Italdesign, esta última con el conocido Giorgetto Giugiaro.

Con ello llegaría en 1992 el ID Cinquecento, un prototipo de Italdesign presentado en el Salón del Automóvil de Turín de 1992. Se inspiraba en el clásico “piccolo”, con una imagen muy simpática. Al año siguiente, en el Salón del Automóvil de Bolonia, presentaban un diseño renovado, un concepto bautizado como Fiat Lucciola con un motor Diesel de 73 CV y dos motores eléctricos, uno en cada rueda trasera. Una configuración ahora conocida pero innovadora en la época.

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Fiat Lucciola (6 imágenes)

Pese a ello, Fiat decidía reemplazar el Cinquecento con el Seicento, un coche que diseñaba la propia marca y que comenzó a venderse en 1998. De forma paralela, Daewoo se interesó por el concepto de Italdesign, y tras algunos cambios, como el número de puertas, fue presentado el concept llamado Daewoo d’Arts en 1997. Más tarde, llegaría el Matiz con una gama mecánica compuesta por dos motores, uno de 0,8 litros, tres cilindros y 51 CV; y otro de 1 litro, cuatro cilindros y 63 CV. Y así, de un diseño que podía haber quedado en la papelera nos encontramos con el coche más vendido de la marca surcoreana en Europa.