Como sabes, en algunos sitios es posible personalizar las placas de tu coche (este millonario lo ha hecho, por ejemplo). Reino Unido es uno de los lugares en los que está permitido. Pero hay excepciones, matrículas prohibidas, como recogen en Autoexpress. Y la autoridad que se encarga de regular cuáles pueden aparecer en tu vehículo y cuáles no es la Agencia de Conductores y Licencias de Automóviles (DVLA, en sus siglas en inglés), que acaba de vetar ciertas combinaciones ‘malsonantes’ (en su idioma, claro) asociadas al número 67, el siguiente en sus sistema de placas.

El 67 se parece a una ‘G’ (esas mentes calenturientas…), por lo que la mezcla de letras y números en las matrículas personalizadas puede dar lugar a palabras groseras u ofensivas. Piensa en DO67 ER (dogger, mirón, voyeur) u ‘OR67 ASM’ (orgasm, orgasmo). Ajá, exacto.

El kit del Ford GT te permite personalizarlo pieza a pieza.

Los censores de la DVLA se reúnen dos veces al año para decidir qué placas han de prohibirse debido a su naturaleza explícita o a su potencial ofensivo por motivos religiosos, racistas o políticos. “No hay nada científico en nuestro método: se hace basándonos en el buen gusto y, si algo se escapa y recibimos una queja, lo tenemos en cuenta”, asegura una portavoz del organismo. De hecho, esta entidad puede obligar a los conductores ‘rebeldes’ a retirar esas matrículas. Una vez están en la lista, nunca salen: su veto es permanente.

Cada nueva secuencia de números estrena posibilidades para los conductores más creativos (ejem), así que la lista con las opciones que brinda el 67 se extiende a… 10 páginas. Nos preguntamos qué harán cuando lleguen al 69.