Prueba Audi A3 Quattro: ¿el señor de las nieves?

Prueba Audi A3 Quattro en nieve
¿Subimos a esquiar este fin de semana?

Estamos en invierno, temporada de nieve, frío y momento en encerar los esquís. Los SUV monopolizan el mercado sin ser buenos en nada y si tú también te estás preguntando, ¿qué coche puede ir mejor para subir a la nieve? Hoy te traigo un candidato que puede ser muy interesante si todavía no necesitas demasiado espacio interior: la prueba del Audi A3 Quattro tiene ese objetivo, saber si es bueno en nieve y sacar todo el jugo a uno de los compactos premium más interesantes que puedes encontrar en el mercado.

Hay que reconocer que subir a Baqueira en un Range Rover o en un Mercedes Clase G mola: son todoterrenos lujosos, clásicos y con una imagen casi ceremonial. Pero si la nieve acecha y buscas una herramienta que te aporte un plus de seguridad, quizás no todo el mundo pueda llegar a los más de 100.000 euros de estos dos mastodontes palaciegos. Creo que los compactos con tracción integral pueden suponer una opción más que interesante, especialmente si buscas eficacia sobre el asfalto en prácticamente casi cualquier circunstancia.

Y es que la prueba del Audi A3 Quattro que estoy empezando a escribir quiere golpear en la línea de flotación de aquellos que están pensando en comprar un SUV para no salir del asfalto jamás. De aquellas personas que buscan un coche para subir a la nieve y creen que por tener un extra de centímetros respecto al suelo y una tracción a las cuatro ruedas ya lo tienen todo resuelto. ¡Incluso a aquellos pobres incultos que piensen que un SUV con tracción delantera puede ser mejor en estas lides que un compacto con tracción total! A todos ellos, ahí va esta prueba:

Prueba Audi A3 Quattro: premium es premium

El Audi A3 es un viejo conocido. La prueba del Audi A3 1.0 ya nos dejó claro que estábamos ante un coche muy serio, pero quizás sea hoy cuando vayamos a sacarle toda su esencia. Frente a mí, un Audi A3 2.0 TDI Quattro S-Tronic de 184 CV. Sí, sobre la práctica un rival del Seat León pero con un precio tremendamente inflado: ¡premium, es premium! Pero al menos, en esta ocasión, el premium se nota en numerosos detalles que marcan la diferencia y que harán que la inversión parezca justificada desde el primer hasta el último céntimo.

Estéticamente, cabe destacar que estoy ante una versión de tres puertas, algo que le da un carácter más pasional y dinámico a su estética. No obstante, eso hace que la prácticidad y la habitabilidad interior queden algo mermadas: creo que siendo objetivos, el Audi A3 Sportback es mejor en prácticamente todos los sentidos, salvo en el de la imagen. Audi ya ha afirmado que va a dejar de vender muy pronto la versión de tres puertas, ya que las ventas tampoco acompañan.

Pero estéticamente luce sensacional, eso es así. El paquete Black Line, las llantas de 19 pulgadas y la doble salida de escape trasera, integrada en un difusor específico del paquete S-Line, le dotan de una imagen muy seria. En el interior, la cosa incluso mejora: los asientos deportivos con las costuras a rombo y un generoso equipamiento opcional como el techo panorámico (1.345 euros), el Audi Virtual Cockpit (3.235 euros con el sistema de navegación MMI Plus) o el sistema de sonido Bang & Olufsen (965 euros) te dejan claro que estás ante un producto premium capaz de ponerle las cosas muy difíciles e enemigos como el Mercedes Clase A

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La calidad de fabricación es realmente alta y es un coche que te hace sentir muy cómodo y especial en su interior. Todo está donde debe estar y nada desentona puertas adentro. Los asientos son muy cómodos y agarran muy bien, mientras que los mandos del salpicadero, en acabado metálico, son ejemplares. Nada se puede reprochar y creo firmemente que un Audi A3 se puede considerar como el compacto de mayor calidad a día de hoy, al menos hablando puramente de calidad de acabados.

Arranco mediante el botón situado en la consola central (también en un acabado metálico perfecto) y el motor diésel cobra vida con un sonido que desmerece al conjunto. Salvo que vayas a hacer muchísimos kilómetros, yo me decantaría claramente por el motor 2.0 TFSI de 190 CV, también con tracción Quattro y cambio automático S-Tronic. Apenas gasta 0,9 litros más de media y su refinamiento es infinitamente mejor. ¿Qué voy a decir de este motor? Está más que probado en otros modelos del grupo, como en el Volkswagen Golf GTD cuya prueba ya puedes leer, y sin duda destaca por su buen hacer en el apartado de las prestaciones: sus 380 Nm de par desde las 1.750 vueltas y constante hasta más allá de las 3.000 le convierten en un motor con una gran respuesta hasta las 4.000 vueltas, aproximadamente. No es mal motor, pero estamos en lo dicho anteriormente: aunque vaya a gastar algo más, yo apostaría claramente por la versión de gasolina.

Además, en una versión con tracción integral como esta, el consumo tampoco debe ser algo verdaderamente preocupante: homologa un consumo medio de 4,9 litros a los cien, pero en la práctica está prácticamente siempre por encima de los seis litros. Elementos como el modo a vela hacen que en autopista y vías rápidas el consumo se quede muy a raya, pero en subidas y cuando reclamas un extra de potencia, el consumo no es comparable al de cualquier otro compacto con tracción delantera y un motor diésel más pequeño: se puede ir fácilmente a 8, 9 e incluso 10 litros a los cien de media.

Pero bueno, en un coche diésel cuyo precio parte de lo 38.780 euros y que puede llegar a subir tanto como el grosor de tu cuenta corriente, parece un problema secundario que consuma un poco más o un poco menos (de aquí que vuelva a insistir en el propulsor de gasolina, sí, ya lo sé, soy un pesado. Me callo). Y es que el precio es lo que marca la diferencia aquí: con todo el equipamiento que monta mi ejemplar de pruebas, nos vamos más allá de la cota psicológica de los 50.000 euros. Por un compacto diésel. Para algunos un auténtico drama, para otros, simplemente, el precio de la calidad premium y la más alta tecnología.

El Audi A3 Quattro de esta prueba tiene un comportamiento general muy interesante. En vías rápidas tiene un gran aplomo y su pisar es noble y refinado. Cuando llegan las curvas, su peso no afecta para conseguir un buen rendimiento dinámico. Me gusta la dirección, más precisa y directa que la de muchos de sus rivales, y la verdad es que puedes enlazar curvas a una gran velocidad y con una gran precisión. Es un coche muy eficaz y el camino hasta la estación de esquí será muy placentero si te gusta conducir y tus pasajeros no son de fácil mareo.

Prueba del Audi A3 Quattro en nieve: ¡el punto de inflexión!

Llega la hora de la verdad para el Audi A3 Quattro. La nieve del Valle de Arán lleva días congelada en el suelo como si toda la zona fuese una gran nevera. O mejor dicho, un gran congelador. El coche marca cinco grados negativos y decido buscar una carretera que todavía no haya recibido el extra de sal que más tarde terminará comiéndose mi pobre A3. La tengo. Entro con cautela, ya que los neumáticos Pirelli P Zero en medida 235/35 R19 no son los mejores aliados en este terreno. No obstante, los metros empiezan a pasar y, paso a paso, como una hormiga llevando alimento a su hormiguero, la prueba del Audi A3 Quattro en nieve empieza a convertirse en un rotundo éxito.

¡Incluso en las zonas más heladas y con unos neumáticos para nada preparados! En algún que otro momento, siento como el eje delantero pierde tracción y el trasero aporta su granito de arena para salir airoso de la situación. El mucho par disponible bajo el capó hace que puedas ir en una marcha larga sin dar grandes acelerones y consiguiendo el máximo de tracción posible: si a este coche le pones unos neumáticos de invierno, no tengo ninguna duda que no habrá nevada que se te resista.

Este Audi A3 Quattro demuestra que no necesitas un todoterreno para ser el amo y señor de las nieves durante el invierno climático que acaba de empezar. Quedan por delante meses de frío y tiempo desapacible y, si buscas un coche que te aporte un extra de seguridad, el Audi A3 Quattro de esta prueba puede convertirse en el mejor de tus aliados. No es barato: el A3 Quattro más barato empieza en los 32.500 euros, con el motor diésel de 150 CV, aunque creo que el más interesante, por 36.220 euros, es el modelo con motor de gasolina y 190 CV. 

En cualquier caso, el Audi A3 combina en un mismo producto una calidad de acabados excepcional, equipamiento de auténtico lujo y una tracción integral que es referente por su buen hacer sobre el blanco elemento. Los SUV están muy bien por imagen, pero si lo que realmente quieres es un coche eficaz en invierno y, claro está, siempre sobre asfalto, te lo pido por favor: mira más allá de los SUV porque encontrarás opciones verdaderamente eficaces y satisfactorias. Este Audi A3 Quattro es el mejor ejemplo.