¿Recuerdas el Cayenne S Transsyberia? El Porsche más campero

Porsche Cayenne S Transsyberia

Gustavo López Sirvent

En 2009, la firma alemana trasladó a la carretera su exitoso coche de rallies

Nos remontamos a principios de 2009, cuando Porsche lanzó el Cayenne Transsyberia. Tras dos exitosos años participando en el rally transiberiano, la marca alemana trasladó su galardonado coche de los montes escarpados a la carretera convencional. Han pasado 15 años desde el primer triunfo de este modelo en la estepa rusa y, en 2022, Porsche Cayenne mantiene su nivel de excelencia.

Al igual que los modelos de competición, el modelo especial que se lanzó antes de acabara la primera década del siglo XXI, se basó en el Cayenne S y contó con el V8 de alto rendimiento de 4.8 litros y 405 CV, al igual que montaba el GTS, una opción que incluso hoy lo aleja de los todoterrenos más baratos del momento

Como los diseñadores de Porsche siempre quieren más, mejoraron el rendimiento del Transsyberia, respecto al Cayenne S. Tenía una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 6,1 segundos, siendo 0,5 segundos más rápido que su antecesor. Su transmisión era manual (también tuvo la Tiptronic S), pero le conferían una mayor elasticidad que la de sus hermanos mayores. 

El sprint intermedio de 80 a 120 km/h con su caja de cambios manual lo hacía en 6,6 segundos, dos segundos más rápido que el Cayenne S. Y su velocidad máxima era de 253 km/h, igualmente superior al anterior modelo.

Cinco detalles que no conoces de Porsche, más un bonus track

La apariencia deportiva y un sonido característico llegaban gracias a dos tubos de escape dobles de acero inoxidable. Este todotorreno montó una suspensión neumática PASM Porsche Active Suspension Management que permitió al conductor aumentar la altura hasta 271 mm, elevando el ángulo de entrada a 31,8° y el d e salida a 25,4° en el trasero.

Lo más destacado del Cayenne S Transsyberia es su diseño, que recuerda al modelo de competición. Las llantas Cayenne S II de 18 pulgadas, las lamas de la rejilla de entrada de aire, las carcasas de los retrovisores exteriores y la parte superior del spoiler de techo extendidos en la parte trasera con su perfil de doble ala de posición fija todos hacen de él un coche deportivo, a la par que elegante.

Su interior, como no podía ser de otra manera, es exclusivo. Barras embellecedoras en el salpicadero y las puertas, puesto de mandos, cinturones y alfombrillas, todos acabados en el mismo color que el exterior del vehículo. El aro del volante también viene con una marca a las 12 en el color de contraste elegido por el cliente.