El Renault 4 cumple 60 años

Antiguo Renault 4.
¡Felicidades!

Si el Renault 5 es un nombre clave en la empresa francesa el de Renault 4 es igualmente destacado en su historia. El mito de Renault cumple ahora 60 años desde que naciera a principios de los años sesenta. Un coche que originalmente tenía la misión de competir con el fantástico Citroën 2CV y cuya producción llegaría a extenderse en ciertas regiones hasta los años noventa.

El Renault 4 no solo fue un éxito para la compañía y uno de los coches más populares de la industria, también sirvió para cambiar la forma de trabajar de la marca. En Renault estaban acostumbrados a fabricar coches diferentes, con otra filosofía, y llegó el Renault 4 para desmontar todo ello. Se optó por una mecánica diferente, pionera en la compañía, y una tracción delantera. Todo ello bajo el diseño de Robert Barthaud el cual debía de tener en cuenta que el coste total tenía que ser bajo.

Con todo ello, y abandonando entonces la configuración “todo atrás” que la marca había seguido, en 1961 se presentó el Renault 4 con motor de cuatro cilindros. El Salón de Frankfurt le vio nacer en cuanto a sociedad, aunque aún se recuerda como doscientos de estos primeros Renault 4 desfilaron delantera de la torre Eiffel. Tal fue su éxito que en 1966 se habían fabricado un millón de unidades.

Renault 4

Pero la marca no dejó de vender. En 1977 se alcanzaron los cinco millones de unidades y menos de diez años después habían superados los siete millones de ejemplos. A pesar de no venderse en algunos mercados se seguía vendiendo en Colombia, también en Eslovenia. Su mecánica era sencilla, su precio era competitivo y su fiabilidad era destacada. Con todo ello, era un coche perfecto para duros trabajos.

Y si analizamos su fin de producción, en realidad uno de los aspectos que más motivaron este cese fue la poca rentabilidad que suponía cumplir con las normativas anticontaminación que iban naciendo. A principios de los noventa, en 1993, la marca decidía terminar con la producción, una fabricación que entonces se completaba en la planta eslovena Revoz, en Novo Mesto.

En este fin de producción ya se habían superado las ocho millones de unidades vendidas, todo un récord para un coche que al igual que el Mini, el 2CV o el Seat 600 consiguió no dejarnos nunca.

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