El motor Hellephant 426 Supercharged HEMI de 1.000 CV, desarrollado por Mopar a partir de un bloque V8 de 7.0 litros, es uno de esos artículos que ‘vuelan’ (y casi literalmente), ya que su demanda es mucho mayor a su producción. Un propulsor muy especial que fue desvelado en el siempre sorprendente SEMA Show del año pasado, a principios de noviembre, y que comparte denominación con el mítico 426 HEMI, un bloque que data del año 1964. Si es que la potencia nunca pasa de moda…

Agotado en solo dos días

Fue el pasado 26 de abril cuando se abrió el plazo de pedidos para el nuevo motor Hellephant  426 Supercharged HEMI de 1.000 CV. Por cierto, la nomenclatura ‘Hellephant’ viene efectivamente de elefante por las monstruosas dimensiones del propulsor. Pues bien, el revuelo en las redes sociales no hizo sino aumentar de forma exponencial. Tal fue el alboroto que Mopar se quedó sin stock de este producto en… ¡dos días! Eso sí, no hay una cifra exacta de cuántos se han vendido, pero se cree que el número ronda las 100 unidades. Y, según los rumores, tan solo se puede construir una unidad por semana.

Desde el propio fabricante han asegurado que “dada la gran demanda y el proceso de construcción a mano del nuevo Hellephant 426 Supercharged HEMI nos hemos visto obligados a cerrar la posibilidad de reservas. En base a las mismas, el motor se ha agotado en dos días. Para más información y recibir futuras actualizaciones se puede visitar la página web www.cratehemi.com”. No parece sorprendente que se haya acabado en un abrir y cerrar de ojos, pues el precio es de 29.995 dólares, unos 26.800 euros al cambio. Tirado.

¿En serio? ¿Más de 1.000 CV? Pues sí

Las características del Hellephant 426 Supercharged HEMI son para dejarte sin aliento. Desarrolla una potencia de 1.014 CV y un par motor máximo de 1.288 Nm. El número 426 viene de sus pulgadas cúbicas, que en centímetros cúbicos equivale a 7.000, y a eso hay que sumar sus ocho cilindros en V.

Lo más sorprendente de todo es que Mopar no ofrece la garantía de siempre, que cubre tres años y 100.000 millas (unos 161.000 km). A cambio hay una protección limitada de 90 días que se encarga de subsanar los defectos de mano de obra y/o de materiales. Ese es el precio de tener algo tan especial. Aun así, parece que el año que viene se volverá a abrir la veda dada la gran demanda.