El conductor de un Mercedes Clase E Estate fue parado por la Guardia Civil después de que el helicóptero Pegasus le pillara cometiendo hasta tres infracciones  consecutivas: viajar a 211 km/h, presionar a un coche para que le dejase adelantar sin respetar la distancia de seguridad y finalmente adelantando por la derecha teniendo que hacer una maniobra arriesgada para esquivar a un coche que circulaba delante de él por el carril derecho.

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Todo esto pasa en pocos kilómetros, y dada la gravedad de la situación, los pilotos del helicóptero deciden detener al conductor avisando a sus compañeros en tierra para que procediesen a pararlo e identificarlo. 

La propia Guardia Civil habla de estas conductas como conducción temeraria, que es una de las multas más cuantiosas y graves del código de circulación. Está recogido en los artículos 380 y 381 del código penal y es considerada una infracción muy grave.

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Se debe diferenciar de la conducción negligente, que no implica pérdida de puntos y la cuantía a pagar es de 200 euros. Eso sí, en el caso de que esta conducción negligente ponga en peligro a otros usuarios estaríamos hablando de un caso de conducción temeraria.

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Esta conlleva diferentes niveles: sanción administrativa, que conlleva una multa de 500 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet. En segundo lugar, un delito, que conlleva penas de prisión de 6 meses a 2 años, multa de 6 a 12 meses y privación del derecho a conducir por un tiempo superior a un año y hasta 6 años.