Cuando Toyota tuvo que inventar el código QR

Cuando Toyota inventó el código QR

Hacer de la necesidad virtud, lo llaman

Organizar la producción de un gigante como Toyota a principios de los años 90 no debía ser fácil. Modelos como el Toyota Supra, el Celica o más mundanos como el Land Cruiser o el Corolla poblaban las cuatro esquinas del planeta. Y digamos que eso era era bueno, pero lioso. Por eso se vieron obligados a sacarse de la manga el código QR.

La plataforma TNGA del Yaris, el primer urbano de Toyota en utilizarla. Foto: Toyota
La plataforma TNGA del Yaris, el primer urbano de Toyota en utilizarla. Foto: Toyota

La cuestión es que en Japón utilizan tres tipos de escritura: Kanji, Kana y Romaji. Escritura que, como sabe todo el mundo, es solo un poco diferente a la que utilizamos en occidente. Esto en principio no tiene por qué ser un impedimento, al menos hasta el momento en que necesitas identificar miles de piezas de manera rápida y eficiente. 

 

Hasta los años 90 la única manera que había de hacerlo era con un código de barras. El problema de esto es que, aunque viene muy bien en un producto de supermercado, por ejemplo, se lleva peor a la hora de gestionar un gigante automovilístico porque solo tiene capacidad para 20 caracteres.

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En ocasiones, piezas de componentes mecánicos llegaban a los diferentes puntos de distribución con una decena de códigos de barras que los operarios tenían que escanear. Y eso es tiempo, que a la postre se traduce en dinero.

Así las cosas, encargaron a la filial de la marca, Denso Wave, que desarrollara algún tipo sistema que les permitiera comunicarse en todo el mundo del mismo modo y de manera más eficiente. En una empresa en la que no hay stock, sino que se produce bajo demanda, es algo importante.

Aquí entra en juego Masahiro Hara, a quien le cayó la tarea. Supongo que sintió el mismo vértigo que sienten los ingenieros de Porsche cuando, recién lanzado el Porsche 911 Turbo en 2020, reciben el encargo de mejorarlo: que corra más, sea más potente, gaste menos y vaya mejor.

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Hara se salió del pensamiento habitual. Si un código de barras se lee en una sola dimensión, de izquierda a derecha, se podría intentar hacer algo que también permitiera lectura de arriba a abajo. Es decir, en 2D. Y así, es como se puso manos a la obra con un departamento que tenía la friolera de una persona más. 

Como suele ocurrir con las grandes invenciones, Hara cuenta que la idea del código QR para Toyota  le llegó jugando al Go, un juego que practica y que tiene un tablero parecido al de los cuadraditos que ya hoy todos conocemos y escaneamos mecánicamente incluso para ver la carta de raciones de un bar cualquiera.

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El resultado fue que un QR puede albergar hasta 7.089 caracteres numéricos (algo menos si se utilizan letras, incluyendo las de cualquier alfabeto japonés, o combinaciones con símbolos, letras y números), así que parecía que habían llegado al final. Parece que ya podrían describir perfectamente la caja de cambios del Corolla 1.8 sin gastar más tiempo y etiquetas de las necesarias.

El desarrollo del QR por parte de Toyota: refinando el hallazgo

Pero no. Una vez encontrado el camino, el equipo de dos personas pensó entonces en algo que pudiera ahorrar tiempo: tenía que poder leerse con el escáner en cualquier posición, ya que si había que andar buscando la posición correcta, la ventaja sería igual a cero. Así es como aparecieron los cuadraditos que hay en tres de las esquinas. Su función, la de explicar al lector cómo tiene que colocar digitalmente el cuadradito.

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Sin embargo, la puesta en marcha resultó ser algo más complicada; más que nada porque se necesitaba de un presupuesto que ni Denso ni Toyota tenían. Así que dieron uno de los pasos más valientes: liberaron las patentes para que otros pudiera lanzarse a desarrollar el sistema. Total: ellos ya habían ganado mucho dinero, si se tiene en cuenta todo lo que dejaron de gastarse simplemente en tiempo escaneando códigos.

El resto es historia: hay un estudio (antiguo; de 2012) que dice que un japonés escanea de media cinco QR al día, por lo que parece que sí, que el bueno de Masahiro Hara no solo había inventado el QR para Toyota, sino que lo hizo para el resto de la humanidad...

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