Cómo los todoterrenos del Siglo XX se han convertido en iconos de lujo en el Siglo XXI

Mercedes Clase G Time
La evolución más chocante en la historia del automóvil.

La evolución es imparable, en todos los sentidos y en todos los sectores. La llegada de los coches eléctricos puede ser la revolución más importante en la historia del automóvil, pero cómo los todoterrenos del Siglo XX se han convertido en iconos del lujo en el Siglo XXI es la evolución más chocante y alucinante de un concepto sobre cuatro ruedas. 

Y es que coches robustos, de trabajo, coches rudos y sucios, la antítesis del lujo y el refinamiento, se han convertido con el paso de los años en todo lo contrario: coches de súper lujo presentes en todas las calles caras de las grandes ciudades. Y no es cuestión de países: es una tendencia global. Y no es cuestión de versiones o vehículos en concreto: afecta a la gran mayoría de todoterrenos puros del Siglo XX.

El caso más evidente de la transformación de todoterrenos robustos en iconos del lujo es el Mercedes Clase G, uno de los mejores todoterrenos robustos de todos los tiempos. Fue creado para el ejército, terminó derivando en un coche de calle para labores de todo tipo y para ser inmortal lejos del asfalto, pero creo que cuando se creó, nadie en Stuttgart pudo imaginar que esa caja de zapatos con rueda sería un símbolo del lujo más importante que el Mercedes Clase S. O al menos, con un estatus similar.

Mercedes-AMG G63 TopCar

¿Cómo se pudo producir una evolución tan bestia? A comienzos del Siglo XXI se empezó a ver un cambio de tendencia. Hasta entonces, el Mercedes Clase G era un coche utilizado por gente que quería un todoterreno puro y duro, pero con pocos lujos y cero refinamiento. Mercedes lo actualizó y mejoró su interior, con nuevo equipamiento derivado de otros modelos de calle, como por ejemplo el Mercedes Clase E. 

También incorporó asientos de cuero y poderosos motores de ocho cilindros, tanto diésel como gasolina. El coche, con su aspecto robusto e incombustible fue todo un éxito en mercados como el ruso, donde los coches duros y fiables son, por si solo, un lujo. En 1998 se incorporó el Mercedes G500, con un V8 de 296 CV, y cada vez fue un objeto más interesante para quien quería potencia, robustez e imagen.

El concepto poco a poco fue evolucionando y en 1999 se produciría algo que marcaría la historia del Mercedes Clase G: se lanzaba la primera versión firmada por AMG, con un V8 de 354 CV. Empezó a ser un éxito, un éxito que fue evolucionando poco a poco: en 2004 se lanzó el Mercedes G55 AMG con 476 CV y a partir de ese momento, el coche fue poco a poco ganando popularidad entre los magnates y multimillonarios que querían una especie de tanque con ruedas.

Mercedes-AMG G63 Brabus

No hay duda que la imagen que desprende el Mercedes Clase G es de poder y de seguridad, un coche implacable fuera del asfalto, inmortal, con una fuerza sobrenatural, valores que comparten muchos de sus millonarios clientes. Además, un buen ejemplo de cómo ha evolucionado el Mercedes Clase G de un todoterreno robusto a un icono de lujo es que hoy en día las versiones más potentes, más caras, más exclusivas, son las más vendidas. ¿Y sabes qué? Pocas pisan la montaña.

El Clase G es el ejemplo más interesante, pero no el único. La estética robusta, clásica y poderosa de los todoterrenos del Siglo XX se puso de moda en el Siglo XXI, en parte por la llegada de los SUV, todoterrenos ‘descafeinados’ y poco intimidantes. De repente, coches como el Land Rover Defender o el Jeep Wrangler pasaron de ser coches reservados a zona de montaña o para amantes de la conducción off-road a ir llegando al centro de las ciudades.

El Land Rover Defender es otro buen ejemplo. Land Rover no siguió la senda de Mercedes con versiones enfocadas al lujo, pero sí lo hicieron numerosos preparadores, que no dudaron en meter lujo y potencia entre las cuatro paredes de ese pedazo de metal sobre ruedas. Yo pude probar el Land Rover Defender by Ares Design, con un V8 de 475 CV y claro, la fórmula no podía ser más atractiva: un tanque con matrícula. Mola, no hay más.

Land Rover Defender 2020

Por eso, cuando estas marcas han visto el filón de estos modelos, los han renovando con mimo, procurando mejorar en todo, especialmente en cuestiones de lujo, pero sin modificar su alma, su aspecto robusto. Quizás el caso más polémico sea el del nuevo Land Rover Defender, que ha cambiado y mucho, aunque quizás sea el ejemplo más claro de la deriva hacia el lujo.

El nuevo Land Rover Defender 2020 tiene 6 acabados, 4 paquetes de equipamiento, numerosos colores, incluyendo acabados mates, una enorme lista de accesorios y hasta 400 CV. Un concepto pensado para clientes de altísimo poder adquisitivo, nada que ver con el humilde origen del modelo en el Siglo XX. ¡Puede superar los 120.000 euros!

¿Por qué los todoterreno han evolucionado hacia el lujo? Pues por una simple cuestión de imagen. Sus líneas robustas son tremendamente atractivas en el mundo del SUV en el que vivimos. Y las marcas han sabido ver el negocio y adaptarlos al público más exigente. Creo que Mercedes es la que mejor ha sabido adaptarse. Jeep ha modificado poco su esencia, mientras que Land Rover es la que más ha arriesgado. ¿Les saldrá bien la jugada? Solo el tiempo lo dirá.