Qué hay tras esta foto: Le Mans 1971

Porsche 917 ganador de Le Mans 1971

La foto del fin de una era

Esta foto supone el canto del cisne de una era. El año en el que todo iba a cambiar. Las 24 Horas de Le Mans de 1971 fueron brillantes en muchos aspectos. Y es que el fin de semana del 13 y 14 de junio fue uno de los más espléndidos que se recordaban en las 39 ediciones de la carrera. No solo eso: los 63 participantes clasificados para tomar la salida habían hecho clasificaciones rápidas. Tanto, que durante 40 años fue la edición más rápida de cuantas se celebraron. Eso se notó en la clasificación final: solo 12 pudieron aguantar ese ritmo endiablado hasta el final.

Curioso: Skoda también corrió en Le Mans

Por ejemplo, esa edición fue la que vio por primera vez a un hombre superar los 250 km/h de velocidad media. Fue por poco, eso sí: Jackie Olver, al volante del Porsche quizá más mítico de cuantos se recuerdan, el 917, marcó 250,5 km/h.

Pero ese año también suponía el fin de una época. La edición de 1972 prohibiría la inscripción de los grandes motores que se habían afianzado en los últimos años. Porsche, con su 917 de 4,9 litros, sería la más perjudicada, ya que parecía haber dado con la tecla de la carrera un año antes, en 1970, cuando Hans Hermann y Richard Attwood, consiguieron superar al todopoderoso rey de Le Mans, el Ford GT40.

Ese año de 1970 el 917 KH victorioso había marcado la velocidad más rápida en Hunaudières, con 406 km/h. Décadas después, el responsable de ese prodigio técnico, Ferdinand Piëch, fue el responsable de otra maravilla: el Bugatti Veyron. Su velocidad máxima, 407 km/h, no es casual, como ya hemos contado en la historia de cómo el Bugatti EB118 se convirtió en el Veyron.

Hans Herrmann y Richard Attwood ganaron las 24 Horas de Le Mans de 1970 con este 917 KH. Imagen: Porsche
Hans Herrmann y Richard Attwood ganaron las 24 Horas de Le Mans de 1970 con este 917 KH. Imagen: Porsche

La mayor velocidad media hasta ese momento

Volvamos a 1971. El coche que tienes en la foto es un Porsche 917 KH coupé conducido por Gijs van Lannep y Helmut Marko. Era uno de los tres que la escudería Martini Racing había puesto en la parrilla de salida. En esta parada para cambiar de piloto durante la carrera se puede ver su silueta corta, pero no su chasis de magnesio que apenas pesaba unos 30 kilos.

Sus compañeros de equipo eran un 917 long tail con Vic Elford y  Gérard Larrousse y un 917 experimental, un chasis corto con un trabajo de aerodinámica peculiar que le valió el apodo de "el Cerdo"... y que en un alarde de gamberrismo se presentó a la cita pintado de rosa y con las partes del animal bien diferenciadas. Pero es otra historia.

El protagonista se impuso tras completar 397 vueltas (5.335,313 kilómetros) a una media de 222,304 km/h y tras haber sacado apenas dos al segundo clasificado, otro 917 de Martini Racing, el de Attwood y Müller. El de Vic Elford rompió el motor tras nueve horas de carrera y no pudo terminar. En una entrevista, Elford recordaba esa edición como la más brutal de todas. Superaban los 400 km/h en Hunaudières, pero había un inconveniente: la velocidad de los demás era demasiado baja para esos monstruos, lo que era hasta peligroso. Tanto es así que el Ferrari 512 que acabó en tercera posición pilotado por Sam Posey y Tony Adamowicz hizo 30 vueltas menos. 

Ese año también fue el último en que se usó la quinta variante de un circuito que se utilizó entre 1968 y 1971, aunque se hicieron pequeños cambios para evitar las velocidades de vértigo que se alcanzaban en la era Ferrari vs Ford: se instaló la primera chicane, a la que se bautizó como Ford.

Lo dicho, el fin de una era.