El circuito de Nürburgring en seco representa para los conductores uno de los retos más difíciles del mundo. Casi 21 kilómetros de recorrido atravesando un bosque, 73 curvas y la friolera de 300 metros de desnivel.

El circuito de Mónaco de F1 es una comparación insultante para los seguidores del ‘infierno verde’. La carrera anual de las 24 Horas de Nürburgring alrededor del Nordschleife, la tarea se complica mucho más por la fatiga y las cambiantes condiciones climáticas. Los conductores a menudo hacen turnos de entre tres y cuatro horas seguidas conduciendo y los accidentes son frecuentes.

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Especialmente cuando llueve. Este fin de semana el circuito de Nürburgring estuvo paralizado durante cuatro horas por un nivel ingente de lluvia y granizo. Como dicen en mi pueblo, cayó la de Noé. Era imposible conducir y como puedes ver en el vídeo de arriba, cuando se reanudó la carrera no es que fuera un camino de rosas precisamente.

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