Un Land Rover Defender de Spectre (James Bond) puede ser tuyo
Hay un Land Rover Defender Spectre para ti, amigo y no hablamos de comprar un Land Rover Defender de segunda mano y tunearlo como el de la película de James Bond. Por lo tanto, es un coche hecho a tu medida.
Tweaked Automotive está creando réplicas de los vehículos amenazadores que salían en la última entrega de la saga. Cada componente añadido a las 10 (más o menos) unidades utilizadas en el film ha sido puesto en estos Defender Spectre Edition, incluidas las defensas más amplias, la barra con los focos y un winch que, probablemente, sería capaz de cambiar la órbita del planeta.
Además de esas llantas negras y esa imagen súper agresiva, una sutil placa permite a los otros conductores saber que tu otro trabajo es ser el secuaz de un villano. O eso te gustaría. La verdad es que no estás ante un coche para tímidos.
Hay una serie de opciones para este Land Rover Defender Spectre, que van desde un interior personalizable hasta ruedas nuevas. Estos pedacitos del malo de la película pueden añadirse a las versiones 90 y 110; Tweaker incluso te vende el Defender o convierte las modificaciones en un modelo ya existente.
Parte de esta transformación es un aumento de la potencia al ‘Nivel 2’. Si no es suficiente, puedes pedir dos escalones más para completar tu experiencia de supervillano. Así, tu nuevo y diabólico Land Rover llevará una completa revisión de la suspensión, que ha sido mejorada. “Nuestro Defender Spectre Edition está construido para comportarse justo como indica su aspecto”, dice el preparador.
Como recordarás de la película de James Bond, los malos acaban recibiendo la venganza del agente secreto y los vehículos no terminan muy bien. Pero esperamos que estas ediciones especiales no tengan el mismo destino. Tweaked asegura que no están hechos para ser volatilizados o destruidos. ¿Quieres uno? Prepara 31.000 euros, más impuestos (por supuesto, eta cantidad no incluye el precio del Land Rover Defender). Y añade otros 2.800 euros si quieres modificar la versión 110, más larga.
Texto: Ben Custard