Prueba del Dacia Sandero Stepway Eco-G: Todo lo que necesitas
Ya no solo es la opción funcional. También es una alternativa bastante pintona
Olvídate de las carcajadas al acelerar y de la emoción... Bueno, al menos en cierto modo. Porque en esta prueba del Dacia Sandero Stepway Eco-G de gas he terminado de convencerme de que a veces la diversión está en el precio de repostaje y en esas pequeñas cosas que en realidad te sirven para el día a día.
"Día a día". Creo que esa es la clave de este coche. El Dacia Sandero siempre se ha caracterizado por ser un coche muy funcional, aunque la nueva generación tiene muy poco que ver con sus antepasados: no solo por su imagen actual y bastante chula, sino por la mecánica.
Comenzando con el diseño, en Dacia han apostado por las líneas rotundas de los SUV para dar forma a la versión "campera" del Sandero. El Stepway tiene protecciones y una altura libre al suelo de 174 mm (4,1 centímetros más que las versiones normales) con la que te podrías adentrar con algo más de solvencia por alguna pista fácil en el caso de que te veas obligado a ello.
Aun así, es evidente que este no es un coche para hacer 'off-road'. Los neumáticos Hankook Ventus Prime 3 con medida 205/60 R16 que monta nuestra unidad de pruebas responderán adecuadamente en un rango amplio de situaciones, pero evidentemente no están enfocados para un uso terrenos especialmente irregulares.
Además de esto, en el exterior se pueden seguir encontrando detalles curiosos. Uno de ellos es que puede tener una baca de raíles longitudinales que se pueden girar y poner de manera perpendicular para colocar portabicis, un cofre o lo que necesites: una idea bastante curiosa y útil.
Interior del Sandero Stepway: aprueba con nota
En el interior los materiales son muy aparentes y agradables al tacto. No hay cuero como en un coche más caro, pero están bien escogidos y no desentonan. Puede que pienses que si no tiene una pantalla de metro y medio de largo, controles táctiles y demás adornos no es un coche guay, pero yo pienso exactamente lo contrario.
Verás: el climatizador tiene unos mandos físicos. Las ruletas de toda la vida, que no exigen un máster del MIT, ni retirar la vista de la carretera para adivinar el botón que hay que tocar...
Una de las cosas de las que más disfruto durante esta prueba es el manejo incluso a través de la pantalla: tiene "botones" táctiles grandes que no exigen que te rompas la cabeza. El Dacia Sandero Stepway tiene sobre el papel todo lo que puedes necesitar, aunque también ofrece una lista de opciones de precios más que razonables. Mira unos ejemplos:
- Pantalla de 8" con navegador y Android Auto/Car Play: 150 euros
- Acceso y arranque manos libres: 160 euros
- Climatizador: 230 euros
En definitiva, la sensación en el habitáculo es que el Sandero Stepway te ofrece lo que necesitas. El espacio es adecuado tanto en el maletero, como en las plazas traseras y delanteras. En estas últimas, además, se encuentran unos asientos que me agarran bien y que son razonablemente cómodos, ya que no pecan de ser demasiado duros.
Al volante, noto una postura de conducción elevada con buena visibilidad. Los relojes analógicos del cuadro de instrumentos tienen una buena legibilidad y elementos como la palanca de cambios se presentan muy a mano, así como los mandos de la consola central. Un detalle curioso que veo es el soporte para el móvil que sale de la pantalla central, que puede ser útil en algunas situaciones.
En marcha: el Sandero Stepway cumple
Inicio la prueba del Dacia Sandero Eco-G. Como suele ser habitual, el motor de tres cilindros en línea vibra y se deja notar, pero una vez que te acostumbras no le darás demasiada importancia, porque tampoco se inmiscuye demasiado en la tranquilidad del habitáculo.
En marcha tiene una calidad de rodadura bastante buena. Parte de la responsabilidad de esto recae en la plataforma CMF-B que también usan los Renault Clio y Captur.
También hemos probado el Renault Clio e-Tech: un híbrido muy interesante
Las suspensiones tienen un tarado suave, aunque en zonas con baches un muelle quizá demasiado enérgico devuelve a la rueda al asfalto con más brusquedad de la que te podrías imaginar, pero a cambio no balancea en exceso si vas a circular por carreteras con curvas.
Ahí es donde disfruto de una dirección electrohidráulica que está muy por delante de la que utilizaban las versiones anteriores aunque quizá yo le quitaría algo de asistencia a mayor velocidad. Cuestión de gustos.
En autopista también es agradable. Está bien protegido de los ruidos del aire y la rodadura y el motor, que a 120 km/h gira a unas 2.500 rpm en sexta (por primera vez en un Sandero se instala esta caja con este motor), no suena demasiado aunque se deja notar. Como con el interior, no estoy al volante de un Renault Talisman, así que no le doy importancia.
El motor cumple con su función. El 0.9 turbo de tres cilindros tiene 100 CV cuando está asociado al sistema de gas. Este tiene un depósito en el que entran 40 litros de GLP, por lo que en teoría tiene una autonomía más que decente.
Me gusta su funcionamiento en la parte alta del cuentavueltas, donde también podrás sacar partido de esa potencia extra con respecto a la versión de 90 CV: sube con alegría y permite hacer adelantamientos con cierta facilidad... aunque sin olvidar la calculadora de tiempos: al final son 100 CV.
Más allá de eso, la principal ventaja que tiene el Sandero Stepway Eco-G de esta prueba, que apenas cuesta 500 euros más que la de gasolina sin más, es que se hace merecedor de la pegatina Eco de la DGT, por lo que podrás circular y aparcar en zonas de bajas emisiones. Sin duda un aliciente que hace que este sea la opción más interesante de la gama.
Nuestro veredicto
Dacia Sandero
Marca:
