Prueba del McLaren GT: sumando emociones a cada kilómetro

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Hay formas y formas de viajar...

Son las 8 de la mañana y estoy en la estación de Atocha. Normalmente odio madrugar, pero cuando te dicen que debes hacerlo para probar un McLaren GT, digamos que uno está dispuesto a aceptar ese ‘sacrificio’. Hoy va a ser un día largo, pero va a ser un gran día.

El plan es llegar a Barcelona, donde se sitúa el único concesionario de la marca en España. Allí recogeré el coche y tendré que traerlo a Madrid por la ruta que yo quiera. La idea es disfrutar del viaje y, dado que este es un modelo pensado para este tipo de trayectos, no hay mejor forma de comprobar sus cualidades.

Pocas horas después, ya estoy en el concesionario y veo cómo llega la unidad que tendré la oportunidad de probar. Está pintado en color Saphhire, que es una especie de azul verdoso que contrasta a la perfección con el tono marrón de la tapicería. Es la primera vez que veo este deportivo en persona y lo cierto es que es imponente.

Esta es la sensación que tiene cualquier persona en el primer vistazo y es algo que viene fomentado por su diseño -más suavizado y elegante que en otros McLaren- y por sus dimensiones. Con 4,68 m de largo, 2 m de ancho y 1,21 m de alto, este es un coche bastante grande que evidentemente no se encuentra en su terreno en las enrevesadas calles de una ciudad.

El McLaren GT, en el Mirador de Sarrià, desde el que se ofrecen unas impresionantes vistas de Barcelona.
El McLaren GT, en el Mirador de Sarrià, desde el que se ofrecen unas impresionantes vistas de Barcelona.

Por ello, no quiero perder el tiempo y prefiero ponerme en marcha cuanto antes para disfrutar de la carretera. Pongo el GPS a través de la pantalla central de 12,3” que ahora tiene un sistema operativo mejorado y me pongo en marcha. Me espera un largo viaje por delante y tengo muchas ganas de conducir.

No obstante, tratando de salir de Barcelona, reconozco que me siento un poco tenso. La anchura del GT y el denso tráfico no son una buena combinación. Tampoco ayuda demasiado la dirección, que noto algo dura a bajas velocidades.

En carretera, otra historia

Aun así, como digo, este no es un coche pensado para ciudad y no voy a dejarme llevar por estas primeras sensaciones. No tardo en dejar atrás el bullicio propio de una gran urbe y pronto me sitúo en la AP-2, donde la cosa cambia, y mucho.

Aquí, noto que el McLaren GT se siente realmente cómodo. La suspensión no se siente dura en absoluto y el tacto del coche es mucho más satisfactorio. Se nota que este modelo ha sido pensado para esto y que debe hacerlo bien, ya que está creado para rivalizar contra marcas como Aston Martin o Bentley.

También ayuda a la comodidad el propio interior, repleto de piel de la mejor calidad con un tacto sensacional. Sentado en él, noto que los asientos semi-bucket recogen el cuerpo sin problemas, pero también ofrecen suficiente comodidad como para pasar varias horas al volante sin cansarte. 

McLaren GT

Además, cualquiera pensaría que la baja postura de conducción puede hacerse algo incómoda al cabo del tiempo, pero en absoluto es así. Me acostumbro con rapidez y no le pongo ningún ‘pero’, ya que incluso permite tener una buena visibilidad en todo momento a través de las ventanillas y los grandes espejos. Tan solo se hace algo justa en el cristal trasero.

Aun así, de momento las impresiones son realmente buenas y sigo investigando el habitáculo, que ofrece muchos detalles a pesar de contar con la configuración habitual de los coches de la firma británica. En este caso, el aire es más elegante y práctico, con multitud de huecos portaobjetos incluso en las puertas, mediante una especie de guanteras colocadas en ellas.

Asimismo, la calidad también está presente en todo momento, tanto en los materiales como en sistemas como el de audio. Está firmado por Bowers & Wilkins y su fidelidad es sorprendente. Aun así, como es habitual en mí, prefiero escuchar el sonido del bloque V8 de 620 CV que mueve a este modelo.

McLaren GT
McLaren

El motor del McLaren GT es el mismo que podemos encontrar en el 720 S, pero con menor potencia. Responde y suena muy bien, eso sí, aunque echo de menos poder admirarlo. Y es que, aunque está colocado en posición central, a través de la ventanilla trasera no podremos ver nada.

Esto es porque se ha decidido colocar aquí una zona de carga que, unida al maletero de la parte delantera, nos permite contar con 570 litros de capacidad. Tiene sentido si este es un vehículo para viajar, aunque conviene sujetar bien lo que coloquemos atrás, ya que zona está unida con el habitáculo. Si pegamos un frenazo, puede caer con nosotros lo que llevemos.

Pero esto solo son detalles. Estoy disfrutando al volante y noto como todas las miradas se posan sobre el coche allá por donde paso. No es para menos, con una delantera agresiva marcada por unos faros afilados y grandes entradas de aire; un lateral con unas llantas de 20” delante y 21” detrás y unas puertas de tijera, y una trasera imponente. 

McLaren GT

En esta última zona es donde más se aprecia la anchura y la presencia de este Gran Turismo -de donde toma su denominación-. Con unos grupos ópticos extremadamente finos sobre una rejilla en color negro, el difusor de la parte inferior y las dos grandes salidas de escape, este deportivo es inconfundible.

Llama la atención, eso sí, la postura del propio coche. Visualmente, se distingue que la distancia libre al suelo es mayor que en otros Mclaren para favorecer su usabilidad en carretera. Aun así, en una palanca tras el volante se sitúa un botón que me permite subir el frontal cuando quiera pasar un resalto o rampa pronunciada. Mejor no arriesgarse.

Cómodo en autopista y emocionante en zonas de curvas

En cualquier caso, eso son cosas que solo tendrás en cuenta en ciudad. Ya he comprobado cómo va el coche en autopista y ahora me desvío hacia una carretera secundaria. Este es un McLaren más comedido, pero ¿mantiene la garra propia de este fabricante? Pongo el modo ‘Sport’ - el intermedio, antes del modo ‘Track’ para circuito - y me dispongo a comprobarlo.

Enseguida, la suspensión se nota más dura y decido activar las levas para accionar yo el cambio. Su respuesta es inmediata y puedo subir o bajar de marcha con una de ellas si lo deseo, lo que es bastante cómodo.

El motor entrega la potencia de manera paulatina, que no lenta, de manera que te permite manejar sin problemas la situación. Si quiero velocidad, la voy a tener. Además, los neumáticos Pirelli P Zero 295/30 ZR20 delante y 295/30 ZR21 detrás me garantizan el agarre en todo momento, por lo que no hay preocupaciones.

El McLaren GT es capaz de desenvolverse sin problemas por las curvas, en parte gracias a su chasis monocasco de carbono. Da igual que sea una zona algo más revirada y este sea un coche grande, ya que a mayores velocidades es capaz de gestionarlo sin despeinarse. 

McLaren GT

Reconozco que estoy disfrutando cada momento en las curvas, pero también en las rectas. Aquí, este superdeportivo puede pasar de 0 a 100 km/h en solo 3,2 segundos y alcanzar 326 km/h de velocidad máxima, aunque no es necesario ir tan lejos para divertirse. Esperaba terminar con grandes sensaciones y no estoy decepcionado.

Ya por la tarde, aunque parezca que sea noche cerrada por el horario de invierno, llego a Madrid y me queda claro que este deportivo tiene mucho que ofrecer. Si quieres emociones fuertes, es capaz de ofrecerlas con gusto, pero en un viaje por autopista destacará por su tranquilidad y comodidad.

Por un precio que se sitúa en unos 230.000 euros, es verdad que el McLaren GT no es para todos los bolsillos -ningún coche así lo es-, pero tampoco lo es para todos los públicos. Es ideal para viajar, sí, pero es para aquellos que quieren viajar a gusto sin renunciar a una deportividad situada a otro nivel. Mucho mejor que ir en primera clase, sin duda.

Nuestro veredicto

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