McLaren Senna

El McLaren Senna es la creación más atrevida del afirma británica en sus último años. Con este coche pretenden no solo sustituir a su laureado P1, si no también dar un nuevo paso en la combinación de la alta competición con la circulación por vías públicas. Y es que, sorprendentemente, todo indica que este coche podrá circular por carreteras convencionales.

Lo primero que llama la atención de este coche es su diseño, ya que no se parece a nada que se haya visto hasta ahora. Muchas de sus formas se inspiran en los diseños aerodinámicos de la Fórmula 1, y no existe un solo centímetro de la carrocería que no se haya desarrollado pensando en mejorar el rendimiento y la aerodinámica.

El reto al que se enfrentaban los ingenieros de McLaren era enorme, ya que buscaban un digno sustituto de su superdeportivo P1 pero que resultase, si cabe, más agresivo. Por eso, la fórmula elegida ha sido recabar toda la tecnología que el fabricante emplea en la competición y ponerla a disposición de sus clientes en este coche con un nombre tan sugerente.

De esta forma, la nueva creación de la marca británica podrá rivalizar sin problemas con modelos como el Porsche 918 Spyder, el Ferrari 812 Superfast o el Lamborghini Huracán.

Un diseño nunca antes visto

En el exclusivo mundo de los superdeportivos, McLaren siempre ha tratado de armonizar el diseño y el rendimiento, haciendo que sus coches mantuvieran una estética más sofisticada frente a las formas angulosas y exageradas de sus rivales. Sin embargo, parece que esta intención se ha dejado atrás a la hora de llevar el Senna a la mesa de diseño.

Es difícil encontrar una parte por la que empezar a analizar la imagen de este coche, ya que cada recoveco merece una atención especial. Por ello, quizá la mejor manera se de delante hacia atrás, tal y como lo haría el flujo de aire que mantiene a este coche adherido al asfalto.

El frontal del McLaren Senna marca el tono que predominará en todo el coche. Ha sido diseñado completamente pensando en la aerodinámica, y el resto de elementos se han adaptado a este criterio. Sin embargo, no pierde la esencia de la marca, y es fácilmente identificable desde el primer vistazo. Llama la atención la forma del parabrisas, curvo y con gran visibilidad, al más puro estilo LeMans.

En el perfil es difícil distinguir este coche de un monoplaza de Fórmula 1, ya que su estética parte de las mismas premisas. Evidentemente, también hay diferencias considerables. partiendo de las puertas y continuando por los pasos de rueda. Aún así, todo el coche desprende cierto aroma a goma quemada y a escudería. Esas mismas puertas cuentan con un curioso sistema de apertura en diagonal, mientras que las ventanillas se dividen a la mitad como en los modelos de competición.

En la parte trasera, el protagonista es sin duda alguna el ingente alerón que se eleva casi por encima del resto del coche. Tampoco se puede obviar el gran difusor que complementa el trabajo aerodinámico, y unos pilotos tan estrechos que parecen haber sido diseñados para adaptarse al único espacio libre disponible en la zaga. Por último, las tres salidas de escape se concentran justo debajo del alerón.

El interior se inspira en la alta competición

Siguiendo con su impresionante aspecto exterior, el interior del McLaren Senna ha sido diseñado específicamente para transportar al conductor a un circuito. Tanto es así, que la mayoría de los elementos del habitáculo se han suprimido para despejar la vista, aparte de para restarle peso al coche.

Los asientos, por ejemplo, dejan de lado el tipo baquet para adoptar el diseño de carreras que montan los coches de GT3, mucho más ligeros y sin apenas acolchado. Esto hace que resulten menos confortables, pero ofrecen la mejor sujección para el cuerpo incluso a altas velociades.

El cuadro de instrumentos también se ha reducido a su mínima expresión, pasando a ser una pequeña pantalla digital en la que aparecen las revoluciones del motor y la velocidad del coche. Algunos controles, entre ellos el botón de arranque y el selector de 'modo carrera', se ubican en el techo para evitar que los mandos se superpongan unos con otros.

El único detalle que mejora la habitabilidad del coche es una pantalla táctil el disposición vertical en la que se concentran los controles de la climatización y todo el infotainment disponible para el coche. Todo el habitáculo está fabricado en fibra de carbono, salvo un puñado de elementos que necesitan de otro tipo de compuestos

1.200 kilogramos y 800 caballos de potencia

El secreto de este coche para rivalizar con los mejores superdeportivos del mercado es su relación peso-potencia, que supera los 650 caballos por tonelada. Esto se consigue gracias a la reducción de peso del coche, que sobre la báscula marca 1.198 kilos, y a un espectacular motor con unos datos de infarto.

Este propulsor es un bloque de cuatro litros de cilindrada que incorpora dos turbos y que ya pudimos ver en el McLaren 720S. Sin embargo, ahora ha sido ajustado para ofrecer una potencia de 800 caballos y un par máximo de 800 Nm. Aunque no hay datos oficiales de aceleración, todo apunta a que podemos esperar el 0 a 100 km/h en dos segundos... o menos.

Al contrario que muchos de sus rivales, el McLaren Senna cuenta con un sistema de tracción trasera, ya que la tracción integral supondría más peso al conjunto. Igualmente, se conforma con una caja de cambios automática de siete velocidades y doble embrague, que resulta bastante adecuada a pesar de la potencia que se ve obligada a gestionar.

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