Prueba del Skoda Enyaq 80. La peor pesadilla del Volkswagen ID.4

Prueba Skoda Enyaq 80

Un SUV eléctrico para toda la familia

Esta prueba del Skoda Enyaq 80 es la prueba de un SUV eléctrico que quizá merece algo más de atención de lo que crees. Porque, muy en la línea de los últimos modelos de Skoda, se trata de un producto muy bien pensado, bien diseñado y bien ejecutado. Hasta el punto de que me pregunto (y lo hago sin ganas de hacer sangre, de verdad) si en Volkswagen verán amenazados sus ID.4 (prueba).

El protagonista aquí es un Skoda Enyaq con las baterías grandes de 77 kWh (capacidad bruta: 82 kWh). Es decir, que lleva puesto el apellido 80. Y no solo eso: también el honor de ser la versión más vendida de la gama: los 520 km que homologa son un buen antídoto contra el range anxiety.

Me recibe un interior espacioso y agradable a la vista. A diferencia de sus primos MEB el ID.4 y el nuevo ID.5, la consola central es más convencional. Más que nada, en el modelo checo existe. Quizá le quita algo de desahogo, pero como tiene líneas limpias y funcionales, no molesta en absoluto.

El Enyaq tiene el selector del cambio en el túnel central, como en los automáticos de toda la vida, a diferencia de los modelos de Voklkswagen (o el propio Cupra Born -prueba-). 

Lo que sí mantiene es la pequeña pantalla tras el volante para la velocidad, el asistente y el navegador (que además es compatible con Android Auto o Car Play, lo que es genial). Me parece que no está nada mal, aunque yo añadiría un porcentaje al nivel de batería para tener más claro en que punto de carga está. Nada grave

En el centro, la obligada pantalla para el infotainment. Es grande (con 13", la mayor que ha montado jamás un Skoda) y se agradece por legibilidad y mayor facilidad de manejo, ya que al concentrar prácticamente todos los controles ahí, tienes que dedicar más tiempo del deseable en apuntar a la función que quieres.

La parte buena, como ocurre con otros modelos de la marca (echa un vistazo a la prueba del Skoda Octavia TSI 150) es que los controles del climatizador quedan siempre visibles, por lo que esa parte es más sencilla.

Por lo demás, todas las plazas son cómodas, delante y detrás, y hay espacio para todos los ocupantes. Esto lo agradecerán sobre todo los que vayan en las plazas traseras. Como no hay columna de transmisión, el pasajero del centro no tiene que inventarse el hueco para las piernas.

Pero como estamos ante la prueba del Enyaq 80, déjame que te cuente cómo se va en el asiento del conductor. Lo primero que busco es el volante multifunción. Pero no porque lo considere vital, sino para asegurarme de que no lleva esos pulsadores táctiles que me ponen de tan mal humor: aquí hay botones físicos sencillos y precisos de manejar. Y además no los activas sin querer.

En marcha, el Enyaq va más que decentemente. En movimientos urbanos e interurbanos no vas a tener ninguna pega, ya que lo que predomina es la suavidad típica de los eléctricos: no hay vibraciones ni el runrún típico de los motores... lo cual puede ser bueno o malo, según cómo te gusten los coches a baterías.

En autopista tampoco le vas a encontrar pegas. Traga kilómetros con ganas y, aunque los 520 km WLTP son más que generosos, lo cierto es que podrás superar la marca de los 420 km sin necesidad de buscar el bajar el consumo (que, si te lo preguntas, al final de esta prueba ha sido de 19,2 kWh/100 km en algo más de 500 km con una recarga de por medio).

Como en el caso del Enyaq 60 (180 CV, 413 km WLTP), aquí hay un motor ubicado sobre el eje trasero. Es compacto, apenas pesa 90 kilos con todas las unidades de control y elementos que necesita para funcionar y, lo has adivinado, manda la fuerza a las ruedas traseras.

En total el Enyaq 80 tiene una potencia de 204 CV y 310 Nm de par muy bien llevados, sobre todo si tienes en cuenta que tiene que mover un SUV eléctrico de 4,64 metros (un Kodiaq mide 4,70) y 2.090 kilos. 

La inmediatez al acelerador está ahí, y no vas a tener que calcular demasiado para apuntar en un adelantamiento en alguna secundaria. Pero no esperes grandes alegrías. ¿Te podrás mover con agilidad? Sí, sin duda, sobre todo gracias a una suspensión firme que contiene los balanceos y mejora el paso por curva. Pero no busques subir el ritmo porque tampoco vas a estar cómodo.

Y esto no deberíua sorprenderte, ya que se trata de un SUV familiar (y encima eléctrico). De hecho, pienso que su equilibrio entre comodidad y dinamismo es mejor que bueno: puedes disfrutar en una zona de curvas cuando vas solo del mismo modo que en un trayecto al centro de la ciudad con toda la familia.

Y es que, al final, el día a día siempre está presente en el ambiente cuando hablas de este coche. Durante la prueba, lo he utilizado mucho en trayectos cotidianos, donde he podido sacarle partido a las levas (sirven para ajustar el nivel de regeneración si no quieres llevar activo el modo B todo el rato), a un radio de giro bastante bueno y a una visibilidad que no está nada mal para su tamaño.

Como conclusón de esta prueba del Skoda Enyaq 80, quiza cabría volver al inicio, cuando me preguntaba si en Volkswagen se sentirían amenazados. Y es que se trata de un SUV con un interior más práctico y aparente que el del ID.4, y encima es más barato. Conduce los dos y, como es lógico, escoge el que más te guste. Pero yo lo tengo claro: me quedo con este...

Nuestro veredicto

8

Etiquetas: SUV