BMW M3 ‘Competition Pack’: ¿vale la pena pagar más?

¿Mejorar lo inmejorable? ¿Se puede? BMW lo ha intentado; yo voy a descubrir si lo han conseguido.

¿Qué es esto?

¿Claramente? Un BMW M3. ¿No tan claro? Un BMW M3 con el paquete ‘Competition Pack’. Debes fijarte, sí, pero tampoco demasiado para identificar a esta versión protagonista de la prueba. Estéticamente, luce una decoración donde los cromados han formado parte del pasado, sustituidos por el negro que dota al conjunto de una presencia más agresiva. Parrilla, marcos de las puertas, escape e incluso los emblemas lucen de color negro.

¡Este es solo para España! El BMW M4 CS

Pero hay más: quizás la principal novedad sean las nuevas llantas de 20 pulgadas que luce este BMW M3 Competition Pack y que nos recuerdan a las de su hermano mayor, el BMW M4 GTS. Están montadas en neumáticos de 265/30 delante y 285/30 detrás. Su diseño puede ser controvertido, pero cumplen su función diferenciadora a las mil maravillas.

Entonces, ¿es simplemente un ligero maquillaje?

No, rotundamente no. Los cambios van más allá. Por ejemplo, en el interior luce unos asientos más ligeros con una parte central ‘al aire’ que obran el milagro: son más bonitos, más ligeros y agarran tanto o mejor que los de serie, sin mermar su componente de confort, algo necesario en un coche que no está pensado únicamente para correr como un poseso en circuito. Hay otros pequeños detalles que me han gustado puertas adentro, como por ejemplo los cinturones con las rayas de M Motorsport: un detalle muy friki pero que encantará a los compradores potenciales de esta bestia.

Vale, ¿y la potencia?

No sufras: ¡hay más! Este paquete hace que el motor de seis cilindros en línea biturbo de tres litros alcance los 450 CV, 19 más que el BMW M3 ‘normal’. El par se mantiene intacto en 550 Nm disponibles desde sólo 1.850 revoluciones. Con todo ello, este ‘paquete competición’, traducido ‘tal cual’, permite al M3 acelerar de cero a cien una décima más rápido, fijando el crono en unos ‘redondos’ cuatro segundos clavados.

Eso sí, es justo decir que esta diferencia no la vas a notar y en lo que se refiere a motor, su comportamiento sigue siendo tan brutal y explosivo. El sonido se ha mejorado algo y ahora parece más gutural y contundente, pero no te equivoques: si lo que necesitas es sonido, M Performance te dará todo lo que necesitas.

El comportamiento del motor es una pasada. Es un propulsor que te hace sonreír siempre, en cualquier circunstancia. La capacidad de adelantamiento es extraterrestre, las recuperaciones fulgurantes y como te descuides, te quedarás sin puntos en el carné en menos de lo que canta un gallo. La caja de cambios automática de doble embrague redondea un conjunto que es de lo mejorcito que puedes comprar a día de hoy en el mercado.

Lo mejor de todo es que no necesitas estirar demasiado al motor para conseguir sacarle todo el jugo. Puedes circular todo el tiempo por debajo de las 5.500 rpm sin problema; quizás con el M4 GTS esto pueda cambiar algo…

¿Y cuándo llegará?

En teoría, el GTS se espera en los concesionarios a finales de abril. Sin duda, esta es la máquina definitiva: 500 CV, 0 a 100 en 3,8 segundos, más de 300 km/h y una producción limitada a 700 ejemplares, de los cuales a España no creo que lleguen más de los que puedes contar con los dedos de una mano.

Entonces, ¿dónde se coloca este M3 ‘Competition Pack’?

Está lejos del GTS, eso sin duda. BMW ofrece a aquellos que quieran un M3 (o M4) con mejores capacidades dinámicas, un paquete que enfatiza justamente esos elementos. Los cambios que más interesan no son los estéticos del comienzo, sino los que afectan al diferencial o a la suspensión.

Gracias a una recalibración del diferencial, ahora el eje trasero tiene una manera de comportarse mucho más noble. No es tan nervioso, pero si quieres sacarle las cosquillas, lo puedes hacer también de una manera más precisa y, por ende, más segura. Enlazando una curva tras otra, da la sensación incluso de que sea un tracción integral. Pero no te equivoques: sigue siendo tremendamente divertido y, si decides desconectar las ayudas electrónicas, dejarás un reguero de humo que parecerá que ha pasado un tren de vapor por ahí…

Pero además de la mejora en el diferencial, lo que provoca un eje trasero mucho más noble es también un reajuste de la suspensión, algo más firme. El conjunto funciona, convence y pone sobre la mesa mejoras patentes, no de puro marketing.

El eje trasero mejora…¿y el delantero?

La suspensión y las nuevas barras estabilizadoras mejoran la precisión del eje delantero, transmitiendo, de nuevo, más confianza cuando vas rápido. Tampoco quiero meterte miedo con lo de la suspensión: mejora, pero no se endurece tanto como para que sea demasiado incómoda. Si colocas el modo normal, podrás circular con un nivel de confort que podría ser considerado aceptable incluso por tu abuela.

¿Y qué hay de los frenos?

Esta unidad de pruebas monta los frenos carbonocerámicos opcionales. Si vas a ir a fondo en los Alpes o te gusta pasar los domingos en las tandas del Jarama, son tu mejor opción. Cuando los de acero empiezan a fallar, estos siguen en pie. El poder de frenada no es muy superior y si no eres de esos, yo no te recomendaría gastar ese dineral (cuestan 9.326 euros), más del doble de lo que cuesta todo el paquete Competición.

Ahora bien, la pregunta del millón: ¿Vale la pena optar por el Competition Pack?

Total y absolutamente. El precio de todo el kit en España todavía no está cerrado, pero teniendo en cuenta el precio en otros países, rondará los 4.500 euros en las versiones M3 y M4 y algo menos en la descapotable. Este es un precio realmente atractivo, incluso aunque los cambios solamente fueran los meramente estéticos.

Tanto es así, que BMW espera que un 75% de los BMW M3 y BMW M4 que salgan a partir de ahora de su fábrica cuenten con este paquete especial. Con él, el coche más mítico de BMW Motorsport mejora, sí, lo que parecía imposible, mejora sin renunciar a sus principales bazas. El Competition Pack ofrece más precisión y eficacia sin renunciar al refinamiento, ¿qué más se puede pedir?

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