Se llama Alfaholics GTA-R y es nuestro restomod de la semana. Este proyecto ya lo conocimos hace unas semanas, un Alfa Romeo 1300 GT Junior de 1967 modificado hasta la saciedad por la empresa británica Alfaholics, que como bien indica su nombre, es una empresa especializada en modificar Alfa Romeo hasta niveles dignos de adicción por las prestaciones, la deportividad y la diversión al volante.

¿Quién lo fabrica?

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Alfaholics es un referente a la hora de fabricar Alfa Romeos de la serie 105. Fundado por un friki llamado Richard Banks y gestionado a día de hoy por sus hijos, Max y Andrew, esta empresa se encarga en desarrollar y fabricar piezas para viejos Alfas. O si necesitas una restauración completa, la empresa también lo puede hacer, incluso fabricándolo casi desde cero.

Además tines varias opciones sobre la mesa: restaurarlo respetando la originalidad de la época o bien hacer una restomod como la que te presento hoy. Una creación que pone la vista en los pequeños detalles para crear un objetivo absolutamente espectacular.

¿Cómo se hace?

Lo más interesante de Alfaholics es que permite a sus clientes configurar el coche al milímetro. Se pueden elegir entre diferentes motores, transmisiones, suspensiones, tipos de dirección, estilo de asientos, tapicerías, diseños de salpicaderos y un largo etcétera. 

Normalmente, el GTA-R tiene bajo el capó un motor el clásico Alfa Twin Spark de dos litros que aumenta su cilindrada hasta los 2,3 litros y 240 CV. Por supuesto, frenos, suspensión, dirección y otros elementos se ajustan. La ligereza es clave: gracias a la fibra de carbono, el precio se queda en 830 kg, para conseguir una relación peso potencia de solo 290 CV por tonelada. Obviamente esa cifra aumenta en la versión de 300 CV. ¡Hasta conseguir más de 300 CV por tonelada!

¿Cuántos existen?

Hasta ahora solo se han fabricado 23 Alfaholics GTA-R, pero ojo porque la línea de producción de la compañía está a tope. Actualmente hay otros cinco en fabricación y la lista de espera es larga. Con una joya así no me extraña que los coleccionistas se amontonen en la cola esperando por su GTA-R. ¡Cada coche necesita 3.000 horas de trabajo para construirse!

¿Es veloz?

Con esas cifras de peso y potencia es inevitable afirmar que estamos ante uno de los coches clásicos más veloces sobre la faz de la tierra. Acelera de cero a cien en cinco segundos pero aquí las prestaciones no importan tanto, aquí lo que importan son las sensaciones, la diversión al volante y el comportamiento dinámico que ofrece. Un coche manejable y fácil de controlar pero con un carácter extrovertido y explosivo.

¿Cuánto cuesta?

Hablamos de un precio base de unas 240.000 libras esterlinas, lo que al cambio y con el extra de impuestos, en España superaría los 300.000 euros. Por ese precio te puedes comprar superdeportivos mucho más potentes, pero, ¿tan divertidos? Eso ya no está tan claro. Obviamente, cada cliente puede personalizar su vehículos con diferentes componentes. El límite lo pone el cielo y el tamaño de tu cuenta corriente.

¿Por qué deberías comprarlo?

Pues sencillamente porque es maravilloso. Directo, ágil, divertido, potente y emocionante. Ah, y una auténtica preciosidad. ¡Cada vez que lo veas en el garaje una sonrisa aparecerá en tu cara!

¿Alguna curiosidad que debamos saber?

Hace un par de años atrás, cuando nadie conocía a Alfaholics, más allá de los aficionados coleccionistas a la marca, un tal Gordon Murray, que de coches sabe apenas un par de cosas, decidió convertir en GTA-R su antiguo Alfa Romeo Junior Zagato. Por supuesto, acertó.