Hablar de los mejores momentos de Ayrton Senna es hacer un buen repaso a la historia: hay mucho que contar en 162 carreras, 41 victorias, 65 pole positions, 80 podios y tres campeonatos del mundo; pero nosotros hemos escogido lo más especial entre todos estos números. 

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Ayrton Senna falleció trágicamente en el Gran Premio de San Marino de 1984, así que sabemos que su leyenda podría haber sido mucho más grande… y todavía hoy lamentamos el gran talento que perdimos. 

Pero no es el momento de ponerse triste, sino de recordar todo aquello que hizo de él un piloto inolvidable: fines de semana de gloria, victorias bajo el diluvio universal, duelos en la pista… ¿Y tú con cuál te quedas?

Gran Premio de Mónaco 1984

Dentro de los mejores momentos de Ayrton Senna hay uno que brilla especialmente: el Gran Premio de Mónaco de 1984. Un joven Senna, con solo seis grandes premios a sus espaldas, consiguió mantenerse firme con su Toleman bajo el diluvio universal y ofreció a los más veteranos una lección de pilotaje. Aunque partía decimotercero, consiguió colocarse a solo cinco segundos del líder, Alain Prost… pero en la vuelta 31 detuvieron la carrera. Lástima, porque no tenemos duda de que podría haber logrado la victoria. 

Gran Premio de Portugal 1985

De nuevo, bajo un gran aguacero, Ayrton Senna protagonizaba en Estoril, a los mandos del Lotus 97T, uno de los mejores momentos de su carrera. Demostró un control sobrehumano del monoplaza. “Tenía un talento divino que no había visto en ningún otro sitio, un sexto sentido para encontrar dónde estaba el agarre justo antes de tomar la curva”, dijo Martin Brundle. Tan solo llevaba 17 carreras en la Fórmula 1. 

Gran Premio de Mónaco 1988

Era su tercera carrera con el equipo McLaren, pero Ayrton Senna demostró ser capaz de plantar cara a Alain Prost. Era dos segundos por vuelta más rápido que el francés e incluso él se sorprendió de su comportamiento. “Me di cuenta de que estaba más allá de mi compresión consciente… estaba muy por encima del límite pero aún podía encontrar más”. Sin embargo, a pesar de su majestuoso comportamiento, un error le hizo acabar contra las barreras en la vuelta 67, dándole la victoria a Prost. Humano, al fin y al cabo. 

Gran Premio de Japón 1989

La rivalidad de Ayrton Senna y Alain Prost, compañeros de equipo y aspirantes al título, les pasó factura en la vuelta 46 del Gran Premio de Japón; ambos acabaron chocando en una chicane y fuera de pista; pero Senna, sabiendo que eso le costaría el campeonato, logró volver a la carrera con ayuda de los comisarios y tras su paso por boxes para montar un nuevo alerón, volvió a recuperar el ritmo e incluso ganó la carrera. Sin embargo, más tarde fue descalificado por haber aprovechado la escapatoria para regresar a pista. 

Gran Premio de España 1990

Dentro de los mejores momentos de Ayrton Senna encontramos también algunos que no tienen que ver con su talento al volante, sino más bien con su personalidad. Por ejemplo, el accidente de Martin Donnelly en Jerez en 1990, que le dejó inconsciente en medio de la pista. Senna estaba profundamente afectado pero lo que hizo fue increíble. Aunque ya tenía la pole, volvió a salir a dar una vuelta al circuito para decirle a la pista: “no puedes hacer esto a uno de nosotros”. Lejos de aprovecharse de la situación, dijo que solo sintió que debía hacer algo así. 

Gran Premio de Japón 1990

De nuevo, Senna y Prost fueron los protagonistas de este momento. Senna se quejó de que la pole estaba en la zona sucia de la pista e hizo presión para que la cambiaran; aunque los comisarios accedieron en un primer momento, el presidente de la Fórmula 1, Jean-Marie Balestre renunció después.  “Senna quería cambiarlo y como no pudo, empezó a echarnos la culpa a mí y a Balestre”, dijo Prost. “Siempre fueron sus reglas”. Ya en carrera, en la primera curva, Senna hizo todo lo posible por estar delante de Prost y ocurrió lo esperado: el accidente. Prost quedó fuera de carrera y Senna consiguió la ventaja de puntos suficiente para ganar su segundo título mundial.

Gran Premio de Brasil 1991

A falta de siete vueltas para el final y con el cambio de su monoplaza defectuoso, Senna tenía pocas opciones de acabar la carrera usando solo la sexta velocidad, teniendo en cuenta además las malas condiciones meteorológicas. Pero ganó. Casi se desmaya en el podio, pero así protagonizó uno de los mejores momentos de su carrera, delante de sus paisanos. 

Gran Premio de Europa 1993

Aunque su McLaren no estaba a la altura del Williams y llovía de manera exagerada, Senna demostró de nuevo su talento, especialmente en condiciones adversas. En la salida cayó hasta la sexta posición, pero en la primera vuelta ya estaba primero, después de adelantar a Prost, Damon Hill y Schumacher. Logró la victoria. 

Gran Premio de San Marino 1994

No es, para nada, el mejor momento de Ayrton Senna, pero el más inolvidable: el fatídico accidente que le costó la vida a Ayrton Senna. 

Noviembre de 1994

Unos meses después del fallecimiento de su hermano, Viviane Senna, la hermana del piloto, lanzó el Instituto Ayrton Senna, destinado a ayudar a los niños en condiciones de pobreza o desamparo en Brasil. Este era el deseo de su hermano. Hoy en día, es una de las ONG más respetadas del mundo.