El Jeep Gladiator es una pick-up espectacular. Un todoterreno con un gran (y eterno) diseño, mucho espacio y capacidades mecánicas más que solventes. Tras probarlo una semana, os traemos el clásico '5 cosas que más nos gustan', previo al reportaje en profundidad.

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Os aseguramos que hay muchas más, muy buenas y útiles. Sin embargo, nos quedamos con esta pequeña selección. La 'creme de la creme' del Gladiator, y lo que le otorga esa esencia de Jeep tan histórica y que seguirá viva muchos años.

1. El diseño

El Jeep Gladiator es muy grande. Ninguna fotografía le hace justicia realmente. Pero sobre todo, lo que impresiona es su estética. Jeep es una de esas marcas como Porsche, que llevan décadas haciendo prácticamente el mismo tipo de coche (con sus rediseños y más modernos, obviamente). Y ojo, porque no es nada malo.

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De hecho, es muy positivo. La mayoría de personas lo reconocen en cuanto lo ven. Es una forma de imagen de marca que mantiene la herencia histórica de la compañía a lo largo de años y años de nuevos modelos. Y si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?

2. Detalles escondidos por todo el coche

Hablando de herencia, el coche está lleno de detalles escondidos. Algunos muy bien, de hecho. A título personal, solo pudimos encontrar cuatro (y nos consta que hay más), como este clásico Jeep de los años 50 escalando la zona oscura del parabrisas.

3. Su estabilidad en caminos

En el reportaje hablaremos más en profundidad sobre su manejo, pero es que su capacidad para recorrer caminos de tierra es realmente destacable. En tracción integral, es un bloque inseparable de la trazada y el suelo, y con tracción trasera tienes dos opciones: o ir con el control de tracción activado (spoiler, no), o quitarlo y disfrutar de la vida. Y eso sí que es el espectáculo definitivo.

4. Su caja de carga trasera (para eso está una pick-up, ¿no?)

Su caja posterior tiene una capacidad de carga de 750 kg, pero no solo eso es lo verdaderamente útil. Viene con un sistema Trail Rail de barras deslizantes para asegurar con cuerdas aquello que no quieras que se mueva, una lona plegable o un módulo rígido para cubrir el espacio e incorpora un enchufe de 230 V y 400 W de energía máxima.

Además, dispones de decenas de accesorios de Mopar para preparar la parte trasera de tu pick-up: barras, sujeciones, cajones de organización de carga... Y si todo esto te parece poco, el espacio está bañado en un material resistente y antideslizante. ¡Una maravilla!

5. Modo safari: ¡sin techo, puertas ni parabrisas!

Sin duda, uno de los mejores puntos de este coche es su capacidad modular. En invierno seguro que es una mala idea, pero en verano puedes desmontar su techo y puertas por completo, además de plegar el parabrisas. Así, conviertes al Jeep Gladiator en una pick-up al más puro estilo safari y ganar aún más estilo (si es que es posible).