BMW M4 Competition o Mustang Shelby GT500: ¿Poder europeo o americano?

BMW M4 Coupé Competition G82 (izquierda) y Ford Mustang Shelby GT500 (derecha).

Dos coches deportivos con mucha potencia, frente a frente

Los amantes de los coches deportivos tienen sus propios bastiones en diferentes continentes y estilos. Hoy es momento de comparar a dos grandes bestias de la automoción: el BMW M4 Coupé Competition y el Ford Mustang Shelby GT500.

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El BMW está llevado al extremo gracias al trabajo del departamento M Motorsport sobre la plataforma del BMW Serie 4, y el otro es una exquisita preparación de Shelby American sobre el Ford Mustang estándar. Ambos representando a Europa y Estados Unidos respectivamente, ¿pero cuál es mejor?

El poderío del V8 americano y la eficiencia europea

Motor del Ford Mustang Shelby GT500.
Motor del Ford Mustang Shelby GT500.

Uno de los principales aspectos en un coche deportivo es, sin duda, la potencia. Sin más rodeos, el Ford se alza campeón en esta categoría gracias a su motor V8 sobrealimentado de 5,2 litros con 772 CV y 847 Nm de par máximo. A ello se suma una una caja de cambios automática de doble embrague Tremec de 7 velocidades y tracción trasera.

Se trata del Mustang más potente homologado para calle que jamás ha salido de fábrica, y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 289 km/h. ¿Poco? Puede ser, pero con este Mustang se centraron de verdad en la aerodinámica y el rendimiento en curva.

Motor del BMW M4 Coupé Competition.
Motor del BMW M4 Coupé Competition.

El BMW M4 Coupé Competition G82, por su parte, monta un motor de 6 cilindros en línea biturbo de 3,0 litros con 510 CV y 650 Nm de par máximo, unido a una caja de cambios automática M Steptronic de 8 velocidades mediante tecnología de convertidor de par. Además, se ofrece con tracción trasera o con el sistema de tracción integral xDrive.

¿Noticia positiva? Que BMW también ofrece un modelo con caja de cambios manual, a diferencia de Shelby, que abandonó esta opción presente en sus predecesores.

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Su 0 a 100 km/h es algo más lento que el del Shelby, con una marca de 3,9 segundos; y su velocidad máxima con el M Driver's Package es de 290 km/h. Aquí sí que vence al americano, aunque hay que pagar el extra.

Unas cifras que pueden parecer otorgar una clara victoria al coche estadounidense en cuanto a potencia, ¿pero y en eficiencia? Si nos vamos a la cantidad de caballos por litro, el BMW M4 G82 firma 170 CV/l, mientras que el Shelby GT500 produce 148 CV/l.

Diseños exteriores claramente diferenciados

Ford Mustang Shelby GT500.
Ford Mustang Shelby GT500.

El diseño exterior de los coches no tiene nada que ver. El Mustang Shelby viste una estética aún más agresiva que la del BMW, inspirada en los Ford Mustang clásicos y en la aviación. 

Al frente encontramos una doble calandra con el logo de la cobra tan característico de Shelby American, dos entradas de refrigeración a los lados y las clásicas ópticas delanteras tan afiladas. Justo encima, un deportivo capó lleno de salidas de aire con cierres de competición.

Las líneas fluyen hacia detrás ensanchando la carrocería en las aletas, con amplias taloneras y un gran alerón trasero con un difusor que envuelve a las cuatro salidas de escape. Un aspecto mejorado gracias al paquete de alto rendimiento aerodinámico de fibra de carbono, presente en todos estos componentes.

BMW M4 Competition Coupé.
BMW M4 Competition Coupé.

El BMW M4 Competition dio un gran salto dentro de BMW junto al M3, ya que sustituyó una histórica calandra alargada por dos grandes riñones que... O te encanta u odias. No hay término medio. 

La carrocería del deportivo alemán luce mucho más fina y elegante al lado del Shelby, aunque no renuncia a la deportividad y a multitud de elementos aerodinámicos en fibra de carbono, como el splitter frontal, las taloneas, el alerón de pestaña o el difusor trasero.

Interiores deportivos de lujo, aunque en BMW llevan ventaja

Interior del BMW M4 Coupé Competition.
Interior del BMW M4 Coupé Competition.

Tanto el BMW M4 Coupé Competition como el Ford Mustang Shelby GT500 son dos coches que cuentan con un interior de acabados sensacionales. Sin embargo, los conceptos son distintos en las apuestas europea y estadounidense.

En el BMW destacan principalmente sus asientos de la opción de fibra de carbono: unos semibaquet extremadamente deportivos con un diseño fantástico y cuyas telas pueden ir a juego con el color de la carrocería.

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Frente a ellos, el habitáculo destaca por su modernidad, con un cuadro de instrumentos digital y una amplia pantalla multimedia que se integran perfectamente con el salpicadero, la botonería física de la climatización y la consola central. Su armonía es enorme, y el salto de BMW en los interiores ha sido extraordinario desde pasadas generaciones.

Interior del Ford Mustang Shelby GT500.
Interior del Ford Mustang Shelby GT500.

Sin embargo, el Shelby cuenta con una pantalla multimedia más arcaica y un gran número de botones físicos cuya integración no le da precisamente aires de modernidad. ¿Es algo malo? No, realmente. Tiene un toque clásico que recuerda a la cabina de un avión de combate.

Quizá, su único punto destacable es el diseño del volante. Los asientos deportivos están bien estudiados por Recaro, pero en comparación a los de BMW... Están a años luz de ese estilo deportivo del coche alemán.

Precio, oportunidades de compra y conclusión

BMW M4 Coupé Competition.
BMW M4 Coupé Competition.

Los precios de ambos coches son realmente dispares, aunque a efectos prácticos, terminarían en tu garaje por un coste muy similar. El Ford Mustang Shelby GT500 está disponible en EE. UU por unos 80.000 dólares, pero su importación y legalización en España te acabará saliendo por algo más de 20.000 euros.

A fin de cuentas, te gastarás 100.000 euros (o algo más) en traerte a la bestia americana hasta aquí. Prácticamente lo mismo que cuesta el BMW M4 Coupé Competition, que parte desde los 113.000 euros y tiene posibilidades de compra bastante más factibles.

Son coches realmente similares cuyo rendimiento está parejo. De hecho, el BMW M4 vence en tiempo de vuelta en Nürburgring por unos 9 segundos al Shelby GT500 (con una marca no oficial), por lo que en pista no deberían ser tan diferentes.

La estética, los mantenimientos y sobre todo las ganas de añadir a la ecuación el componente legal será la clave para elegir entre ambos. ¿Quieres algo exótico y único? Sin duda, el Mustang Shelby es tu opción. Pero si te pesa más la historia del viejo continente, el BMW M4 te sacará todas las sonrisas posibles.