Leyendas de Le Mans #6: Ford GT40, en la cima gracias a Carroll Shelby

Los tres Ford GT40 cruzan juntos la meta de Le Mans, 1966.

Después de los triunfos de Ferrari, nadie apostó por Ford

Los triunfos de Ferrari en la década de 1960 durante las 24 Horas de Le Mans acabaron de la manera más inesperada posible gracias a Ford. Una marca que fue 'a la guerra' contra Enzo Ferrari con una máquina sensacional que vencería cuatro años consecutivos: el Ford GT40.

Leyendas de Le Mans #5: Ferrari P Series y las victorias antes del ascenso de Ford

Un deportivo gran turismo con un '40' al lado para hacer referencia a su altura de 40 pulgadas, que es lo que exigían en Le Mans por reglamentación. Nadie pensó que vencer a Maranello iba a ser posible, pero los estadounidenses pusieron todo su empeño y recursos en ir a lo más alto del podio, y esta es su historia.

Ford es humillada por Enzo Ferrari

Enzo Ferrari.
Enzo Ferrari.

La idea de competir en la prueba de resistencia francesa ya rondó las cabezas de algunos ejecutivos de Ford anteriormente, pero la crisis de identidad que sufría la compañía en cuanto a coches deportivos quiso solucionarse comprando Ferrari, que para aquella época y como ya mencionamos en el episodio anterior de 'Leyendas de Le Mans', se encontraba en apuros financieros.

Tras muchas negociaciones y viajes, Il Commendatore acabó plantando a Ford (se dice que llegaron incluso a la agresión verbal entre directivos), y vendió la compañía a Fiat, bajo la condición de una completa independencia de la división de carreras.

Henry Ford II enfureció y comenzaron los preparativos de un futuro proyecto para competir en Le Mans. Lotus, que ya se encargaba de la sección de Ford en la Indycar, no pudo hacerse cargo de esta misión, así que todo terminó en manos de la compañía británica Lola Racing Cars.

Carroll Shelby: el hombre que cambió la historia de Ford

Los ingleses vendieron a Ford dos chasis de su Lola MK.6 para que sirvieran de base para el futuro bólido, aunque su mecánica era deficiente y la fiabilidad brillaba por su ausencia.

En cualquier caso, la inclusión en el equipo de grandes mentes como John Wyer (que vino de Aston Martin) o Carroll Shelby (fundador de Shelby American y ganador de Le Mans en 1959) sirvió para dar todo un giro al proyecto, lo que dio lugar al Ford GT40.

La experiencia de Ford en competición era nula, pero Shelby había vivido toda su vida en los circuitos, y su estructura y experiencia dieron a Ford la fortaleza y conocimientos necesarios para colocarse en el asfalto de algunas de las mejores pistas del mundo con serias opciones de conseguir victorias.

Primeras victorias en Daytona y Sebring. Le Mans sería la joya de la corona

Los tres Ford GT40 llegando a meta en las 24 Horas de Le Mans, 1966.
Los tres Ford GT40 llegando a meta en las 24 Horas de Le Mans, 1966.

Ford

Con el genio de Ken Miles como piloto de desarrollo y la experiencia del equipo Shelby American, el Ford GT40 vio la luz en su versión definitiva en 1966, con un espectacular y moderno diseño, un motor V8 a 90º atmosférico de 7,0 litros con más de 500 CV y un peso de poco más de 1.200 kg.

Los dos años anteriores, Ford tuvo que presenciar como Ferrari volvía a vencerles, pero en aquel curso todo cambió. Después de los tripletes en las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring (con sendas victorias para el equipo Shelby), llegó un último podio completo para Ford en las ansiadas 24 Horas de Le Mans, con los Ferrari Serie P teniendo graves problemas mecánicos.

Magnus Walker reúne en un documental a todas las generaciones del Ford GT

Sin embargo, aquella victoria no estuvo libre de controversia, ya que la primera posición del coche de Ken Miles y Denny Hulme para Shelby American se sustituyó por la de el segundo coche, de Bruce McLaren y Chris Amon, ya que se estimó que por la posición de salida, recorrieron una mayor distancia (ocho metros de diferencia).

Se habla de que este fue un movimiento de Ford para colocar en cabeza a un equipo de fábrica y quitar importancia a la estructura de Carroll Shelby, que pese a la buena relación existente, era externa a la compañía.

Bruce McLaren (izquierda), Henry Ford II (centro) y Chris Amon (derecha) durante la victoria en Le Mans de 1966.
Bruce McLaren (izquierda), Henry Ford II (centro) y Chris Amon (derecha) durante la victoria en Le Mans de 1966.

Ford

Desafortunadamente, Miles murió ese mismo año, el 17 de agosto durante una prueba con la siguiente versión del Ford GT40 en el Circuito de Riverside, California. Todo esto después de la muerte también de Walt Hangsen en un incidente similar, lo que llevó a Ford a mejorar exponencialmente la seguridad del coche.

Uno de estos elementos de seguridad fue la jaula antivuelco, que posiblemente salvó la vida de Mario Andretti en Le Mans al año siguiente. Ford volvió a vencer en ese 1967, con Dan Gurney y A.J Foyt, al igual que haría en 1968 con Pedro Rodríguez y Lucien Bianchi y en 1969 con la leyenda de la Fórmula 1 Jacky Ickx y Jackie Oliver.

Victorias conseguidas junto a la evolución del Ford GT40, que mejoró en multitud de aspectos mecánicos como la transmisión y suspensiones, pese a sufrir un downsizing del motor que lo llevó hasta los 4,1 litros de cubicaje en la versión 255 CID.

El gran triunfo deportivo y empresarial de Ford

Ford GT Heritage Edition de 3ª generación inspirado por el diseño del GT40 de Ken Miles que venció en Daytona en 1966.
Ford GT Heritage Edition de 3ª generación inspirado por el diseño del GT40 de Ken Miles que venció en Daytona en 1966.

Ford

Con estas cuatro victorias consecutivas en Le Mans, Ford afianzó su imagen de marca ganadora. No solo fabricaban coches utilitarios, sino que eran capaces de vencer en la carrera más disputada y difícil del planeta en varias ocasiones.

Y fruto de ello, podían fabricar coches deportivos sensacionales que sus clientes pudieran disfrutar en las calles. Así comenzó, por tanto, la creciente fama del Ford Mustang y más tarde del Ford GT, que ha vivido tres generaciones desde las unidades legales para uso en la calle del GT40.

Ferrari no volvió a conseguir una victoria en la categoría tope de Le Mans, y Ford volvió a alzarse con el triunfo en 2016 gracias al equipo Chip Ganassi Racing y su Ford GT #68, conducido por Sébastien Bourdais, Joey Hand y Dirk Müller.

Carroll Shelby (derecha) conversa con Dan Gurney (izquierda) durante las 12 Horas de Sebring, 1966.
Carroll Shelby (derecha) conversa con Dan Gurney (izquierda) durante las 12 Horas de Sebring, 1966.

Ford

Carroll Shelby también logró un importantísimo rédito deportivo y a nivel de preparación, lo que le otorgó décadas de éxitos con sus Shelby Cobra y las ediciones especiales Ford Mustang Shelby, sentando las bases una compañía que es muy respetada hoy en día.

Actualmente el Ford GT se concibe como un superdeportivo de edición limitada que Ford elige a quién vender y a quién no, a través de un proceso de selección que incluye entrevistas personales y un contrato vinculante para el uso del coche y la asistencia a eventos por todo el mundo. Todo un pedazo de historia que en Ford quieren que seas consciente de que posees.