Leyendas de Le Mans #5: Ferrari P Series, ante el ascenso de Ford

Ferrari 330 P2.

El último Ferrari oficial en ganar las 24 Horas de Le Mans

El dominio de Ferrari en las 24 Horas de Le Mans a finales de los años 50' y los años 60' fue algo inaudito. Una historia que envuelve a personalidades tan geniales como Luigi Chinetti y a otras marcas que decidieron enfrentarse al Cavallino Rampante, como Ford.

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La primera victoria en Le Mans para Maranello llegó de manos de Chinetti y Lord Seldson en 1949. En 1954 volvió a vencer el rosso corsa con José Froilán González y Maurice Trintignant, y de nuevo en 1958 con Olivier Gendebien y el legendario Phil Hill.

Fue entonces, con los años 60', cuando comenzó una de las épocas doradas de Le Mans. La mitad de la década para Ferrari y la otra mitad para Ford, en un cambio de paradigma sin precedentes.

Ferrari P Serie: coches sensacionales y un gran problema con la FIA

Triplete del Ferrari 330 P4 en las 24 Horas de Daytona.
Triplete del Ferrari 330 P4 en las 24 Horas de Daytona.

Ferrari

En 1960, 1961 y 1962, Ferrari se alzó con la victoria gracias a los Ferrari Testa Rossa 60, Testa Rossa 61 y Ferrari 330TRI/LM respectivamente: una serie de coches inscritos en el Campeonato Mundial de Sport Prototipos con una carrocería estilo barchetta que ya dejaba ver algunas formas de diseño que vendrían años después.

En 1963 llegó la cuarta victoria consecutiva con una pareja de pilotos italianos: Ludovico Scarfiotti y Lorenzo Bandini, a bordo de un Ferrari 250P. Este coche fue el primero de la marca en montar un motor V12 en posición central.

Contó con un chasis tubular y una unidad de potencia V12 a 60º atmosférica de 3,0 litros con 300 CV de potencia, derivada del Testa Rossa. Además, contó con una caja de cambios manual de 5 velocidades y un peso inferior a los 1.000 kg.

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No solo ganó aquel año en Le Mans, sino que también se llevó la victorias en otras grandes citas mundiales como Sebring con un doblete y en Nürburgring. En 1964 llegó la actualización con el Ferrari 275P (que vencería de nuevo en el circuito francés) y el Ferrari 330P, que fueron puestos al servicio de equipos cliente.

Mecánicos junto a dos Ferrari 330 P4.
Mecánicos junto a dos Ferrari 330 P4.

Ferrari

El primero de los dos contó con un aumento de cilindrada de su motor V12, hasta los 3,3 litros y 320 CV de potencia, mientras que el Ferrari 330P se fue hasta los 4,0 litros y 370 CV. En cuanto al diseño exterior, hubo algunos cambios a nivel de refrigeración y aerodinámicos, pero la tónica siguió siendo similar.

Fue además en aquel año 1964 cuando llegó el gran problema: la FIA se negó a homologar el Ferrari LM dentro de la categoría de gran turismo, así que para las últimas dos carreras de la temporada de Fórmula 1, Ferrari se retiró de la competición y no volvió a correr en Le Mans en 1965.

Tras la foto: un Ferrari de Fórmula 1 azul y blanco en el GP de EE.UU

Aunque en ese año se consiguió el último triunfo de la época con un coche del Cavallino Rampante, gracias al Ferrari 250LM que consiguió presentar el equipo NART (North American Racing Team) de Luigi Chinetti, que también compitió en Fórmula 1 con unos Ferrari de color blanco y azul.

Problemas en Ferrari y la lucha con Ford

Las tensiones con la FIA no eran gratuitas. Ferrari no estaba viviendo su mejor época, y se encontraba en graves apuros financieros. Ford intentó comprar la marca, pero tras la falta de respeto de Enzo Ferrari a sus directivos y una gran jugada, Fiat se hizo con el control de la compañía de coches deportivos, aunque asegurando la independencia de su departamento de carreras.

Después de solucionar las tensiones a nivel de competición, volvieron a correr con los Ferrari 330 P2 y en 1966 con el nuevo Ferrari 330 P3, que se enfrentaría a los legendarios Ford GT40.

Esta historia es conocida por la mayoría, pero sigue estando llena de grandes momentos y curiosidades que repasaremos en el próximo episodio de Leyendas de Le Mans, justo durante el cambio de paradigma y el ascenso de Ford y Shelby American en la competición con cuatro triunfos consecutivos.

Desde 1965, nunca un Ferrari volvería a ganar en la máxima categoría del evento de resistencia, aunque sí vimos en lo alto del podio a los italianos en 2008 y 2009 con el Ferrari F430, en 2012 y 2014 con el Ferrari 458 Italia y en 2019 y 2021 con el Ferrari 488 GTE.

Algo que podría cambiar en los próximos años con el nuevo hypercar LMH de Maranello, llamado a llevar el rojo de nuevo a la victoria.