Te damos tres razones por las que los coches eléctricos bajarán de precio

puntos de recarga coche eléctrico

Gustavo López Sirvent

Se espera que muy pronto tanto el coste de las baterías (el 50% del coste total del coche eléctrico), la fabricación (incrementando la producción) y los puntos de carga (aumentando los que ya hay) consigan rebajar el precio de estas unidades, que ahora tienen un promedio de 35.000 euros. 

No descubriremos la fórmula secreta de la Coca Cola si decimos que los coches eléctricos en España son muy caros. Los expertos cuantifican que la media de un vehículo enchufable 100% está en torno a los 35.000 euros. Y las estadísticas nos cuentan que los tres modelos más vendidos en España en octubre (Tesla Model 3, Kia e-Niro y smart #1) se venden —sin ayudas— a partir de los 40.000 euros.

Por el precio, por el alto coste de su producción, sobre todo de las baterías, y porque la red de puntos de carga en nuestro país es insuficiente, la alternativa de automóviles sostenibles para contaminar mucho menos, es muy complicada. Pero hay motivos para ver que existen 'brotes verdes'.

Como nos cuentan nuestros compañeros de Business Insider, hay países como Estados Unidos que están aumentando sus ventas. En el país de las barras y estrellas se espera que se vendan más de un millón de vehículos eléctricos en todo 2023, lo que supondría una cuota récord del 9% del mercado de turismos, según Atlas Public Policy.

Aun así, en USA están muy por debajo de países como China (con el 33% de sus ventas) o Alemania (con el 35%) en los tres primeros meses de este año, según reflejan los datos de Bloomberg. En España, como en Italia, estamos a la cola de la Unión Europea. En nuestro país las matriculaciones de eléctricos se sitúa alrededor del 6,5%.

Pero los analistas consultados consideran que este desalentador panorama va a cambiar en un futuro próximo y nos dan tres razones por la que los automóviles eléctricos serán más asequibles:

1. Baterías más baratas

Ya se ha aclarado en numerosas ocasiones que el componente más caro de cualquier vehículo eléctrico es, con diferencia, la batería (un 50%). El litio es un material caro y escaso, por eso se están buscando alternativas como el sodio o el magnesio

Desde Estados Unidos llegan datos esperanzadores. A pesar de que los precios hayan aumentado en  2022, el Departamento de Energía de ese país consiera que el precio de una batería de iones de litio se redujo en un 89% entre 2008 y 2022, y Goldman Sachs informa de que los precios de las baterías caerán otro 40% de aquí a 2025.

2. Más puntos de recarga

Otro gran muro que derribar en la transición hacia la compra masiva de automóviles eléctricos es la red de recarga, que sigue siendo irregular e insuficiente. Y ahí se pueden incluir las grandes ciudades del planeta.

Si nos ceñimos a lo que nos toca más de cerca, en nuestro país la red está creciendo a un ritmo del 10%, pero todavía tiene que crecer mucho para ponerse al nivel de otros países europeos y arreglar uno de sus grandes problemas: hay 25.180 puntos operativos, según los últimos datos, pero otros casi 8.900 puntos están fuera de servicio.

Uno de los factores clave que apuntan los analistas en lo que respecta a la infraestructura de recarga va a ser la estandarización. Y ahí los gobiernos de cada país tienen la última palabra, pero la intención global es que se incrementen de forma progresiva. 

3. Economías de escala

Uno de los principales problemas de los fabricantes de la automoción es que la mejor manera de reducir el coste de fabricación es producir más vehículos eléctricos: 

"Hay que llegar a una cierta escala para empezar a ganar dinero con los coches eléctricos y para que los costes bajen", explica la directora de Cox Automotive, Valdez Streaty. "Se empieza a ver más innovación y mayor eficiencia en el proceso de fabricación", afirma.

Se trata de un problema para los fabricantes de automóviles tradicionales, que cada vez reducen más los objetivos de producción de vehículos eléctricos ante la ralentización de la demanda.

Ya hay marcas como Tesla que es pionera en un nuevo proceso llamado "gigacasting", que le permite producir grandes partes de la carrocería de un coche a través de metal fundido vertido en moldes de alta presión. O Toyota, que se han lanzado a la adopción de métodos similares, que permiten a las plantas de fabricación producir coches más ligeros y baratos.