Los coches eléctricos han llegado para quedarse, aunque también para provocar una dura batalla entre Europa y China. Las marcas del país asiático han desembarcado en tropel en el viejo continente con unos precios difíciles de batir por los fabricantes europeos.

Una calidad similar, grandes diseños, mucha tecnología... En China llevan décadas aprendiendo cómo hacer coches. Y ahora, en plena era eléctrica y como el mayor productor de baterías y tecnología digital del mundo, el dragón rojo ha despertado.

Opinión: Europa vende su autonomía a China en la apuesta por el coche eléctrico

Sin embargo, las condiciones de venta de estos vehículos en Europa son exactamente las mismas que para los fabricantes patrios. Pero con una diferencia: allí todo se fabrica más barato, existen indicios de subsidios estatales y además, los fabricantes no temen perder dinero aquí.

"La estrategia de marcas como BYD es muy simple: vender más barato que el precio de coste con el objetivo de hacer nombre. Es lo que nos falta a las marcas chinas. Con las ventas que tenemos allí, se pueden aguantar años de exportación a Europa por precios que suponen pérdidas", nos comentó a Top Gear España un directivo de Aiways recientemente.

Un ritmo que las marcas europeas no pueden seguir. De hecho, muchas ya mandan parte de su producción a las fábricas Chinas para intentar abaratar costes. Pero la Unión se hace eco de opiniones como la de Carlos Tavares, jefe del Grupo Stellantis.

"La industria china podría estar fabricando automóviles con pérdidas. Y luego subirán los precios cuando los fabricantes europeos cierren el negocio", comentó el directivo. Una situación que no podrá sostenerse por mucho tiempo.

"Los mercados mundiales están inundados de coches eléctricos chinos más baratos. Y su precio se mantiene artificialmente bajo gracias a enormes subvenciones estatales. Por ello, estamos iniciando una investigación sobre estos vehículos provenientes de China", comentó en la cámara de eurodiputados, Ursula von der Leyen.

Según Reuters, la investigación durará 13 meses y determinará si, en el futuro, se aplican impuestos de importación más altos a estos fabricantes para contrarrestar los subsidios. Algo que podría afectar a marcas como NIO, MG, Aiways, BYD, DFSK o XPeng.