¿Cómo es el Mazda MX-5 30 aniversario? La última versión especial de uno de los coches deportivos más puros que te puedes encontrar en el mercado a día de hoy es sencillamente increíble. Mazda ha sido capaz de continuar con la filosofía del MX-5 en su última generación, algo que se antojaba muy complicado después de todo lo que implica construir un coche moderno. Es, en definitiva, un deportivo de la vieja escuela pero adaptado a los tiempos modernos. Algo de lo que muy pocos vehículos pueden presumir a día de hoy.

Mazda MX-5 30 aniversario: en esto se diferencia

Con respecto al modelo convencional como el de esta prueba del Mazda MX-5, la versión encargada de celebrar su 30 cumpleaños se diferencia en algunos detalles que, sobre todo, llaman la atención a primera vista. El primero está claro, ¿no? Su pintura naranja, a la que la firma japonesa ha denominado Racing Orange. Llama mucho la atención y combinada con esas llantas forjadas de aluminio de 17 pulgadas firmadas por Rays y decoradas en negro luce todavía más.

Por dentro destaca a través de algunos lugares forrados en Alcantara y de unos pespuntes naranjas, al igual que el exterior. Pero como no podría ser de otra forma, todo aquel que se lleve a casa esta versión tan especial lo podrá recordar a través de la típica placa conmemorativa, presente en el habitáculo. Porque no pensarías que se fabricaría a gran escala al ser una versión exclusiva... De hecho, tan solo hay 3.000 unidades en todo el mundo, de las que 50 aterrizan en nuestro país. Eso sí, lo hay tanto con capota de lona como con la variante RF de techo duro. 

Al volante te entrará la risa tonta

A todo lo anterior hay que sumar que el Mazda MX-5 30 aniversario viene con algunas 'chuches' de serie. Cuenta con el paquete Sport, que añade unos amortiguadores fabricados por Bilstein, unos asientos Recaro mucho más deportivos que los de las versiones de acceso a gama y con un diferencial autoblocante en el eje trasero. Esta variante de celebración, además, añade un sistema de frenos Brembo en las ruedas delanteras con unas pinzas decoradas igualmente en naranja.

Al conducirlo te producirá las mismas y estupendas sensaciones que el 2.0 Skyactiv-G de 184 CV. Es decir: una orgía de conducción en todos los sentidos. Poco peso, motor atmosférico, propulsión trasera y uno de los mejores cambios manuales de todo el mercado. Creo que con eso está todo dicho, pero por si acaso necesitas más, su consumo, aun dándole (mucha) caña, rara vez sube de los 8 l/100km. ¿Necesitas más espacio? Pues entonces déjame darte un consejo: cómpratelo de segundo coche. No te arrepentirás.