Mitsubishi 3000GT: el Ferrari japonés de Paul Walker en Fast and Furious

Hace poco más de dos décadas que salió a la venta el Mitsubishi 3000GT. Un deportivo japonés que condujo Paul Walker en la saga Fast and Furious, aunque no salió en las películas.

¿Alguna vez te has preguntado cómo consiguió Paul Walker (Brian O'Conner) el Nissan Skyline GT-R R34 en Fast and Furious? Pues búscalo en YouTube, porque el actor hizo una pequeña historia entre la primera entrega de la saga y la segunda... Conduciendo un Mitsubishi 3000GT.

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Con él gana varias carreras antes de ser requisado por la policía y huir hacia el sur, hasta Miami. ¿Pero qué tiene de especial este coche japonés? Pues realmente, mucho. De hecho, si hubiese formado parte de las películas que vimos en el cine con Paul Walker al volante, este clásico estaría enormemente revalorizado (si es que no lo está ya).

Mitsubishi 3000GT, un superdeportivo japonés para plantar cara a los europeos

Desafortunadamente, Mitsubishi ya no es la marca tan JDM que era a principios de la década de 1990. Una época en la que se atrevían con todo, dominaban los rallys con el Lancer Evo y producían sensacionales deportivos coupé como el Mitsubishi Eclipse o el 3000GT.

Vamos a centrarnos en este último, porque es una auténtica joya que, a título personal, he tenido muy cerca gracias a un buen amigo mío. Un bólido que iba a llamarse Mitsubishi GTO originalmente. Y aunque así se vendió en Japón, no lo pudo hacer en Europa y Estados Unidos por culpa del Pontiac GTO y de Ferrari, que había ostentado con anterioridad ese apellido de Gran Turismo Omologata.

Se trató de un coche en formato 2+2 con 4,60 metros de longitud. Era realmente largo y ancho, muy prominente. Y desde la marca decidieron ofrecer dos motorizaciones: ambas con el mismo bloque, pero la más potente tuvo el motor V6 twin-turbo de 3,0 litros acoplado a tracción integral permanente y 280 CV de potencia debido al Pacto de Caballeros japonés.

Ese fue el Mitsubishi 3000GT VR-4 e integró tecnología de todo tipo: suspensiones adaptativas, aerodinámica activa con un flap inferior desplegable en el parachoques y alerón trasero móvil, escape con válvulas electrónicas e incluso dirección a las cuatro ruedas. Hace casi 30 años.

Sin embargo, se saldó con un peso de 1.720 kg para esta versión VR-4. Y pese a ello, podía acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanzar 250 km/h de velocidad máxima (limitada). Un auténtico coche deportivo de grandes sensaciones y con cambio manual, evidentemente.

En cuanto a diseño, tenía faros retráctiles en su primera versión que desaparecieron con el restyling, grandes entradas de aire en el parachoques frontal, una gran parrilla, entradas de aire delante de las ruedas traseras y varios modelos de alerón. Uno de gran tamaño, otro redondeado como el del Eclipse y el más bajo, pero con la aerodinámica activa.

El interior estaba enfocado en el conductor, con cuadro de instrumentos analógico y varios relojes de control sobre el salpicadero. Una posición de conducción muy baja con asientos deportivos pero a su vez, muy cómodos y bien acolchados.

Al final de su vida llegó a alcanzar 320 CV de potencia, pero las ventas cayeron en picado frente a sus rivales y una estrategia de Mitsubishi que centraba su atención en los Lancer Evo. A finales de 1999, el vehículo se dejó de fabricar en todo el mundo, incluyendo norteamérica y su versión Dodge Stealth.

Motor V6 twin-turbo Mitsubishi 3000GT VR-4 1997

autohunter.com

Una auténtica pena. El coche, debido a su escasa producción fuera de Japón (donde se siguió vendiendo hasta 2002), apenas ha encontrado fama. Hay pocas unidades y encontrar los VR-4 bien cuidados es una odisea que te hará empaparte de su delicada mecánica. 

Sin duda, de haber salido en Fast and Furious, ahora costarían mucho más de los 25.000 euros por los que se puede encontrar el VR-4 con un kilometraje aceptable o los apenas 12.000 euros de las versiones con motor atmosférico y tracción delantera. ¡Pero ha dejado su huella!