Opinión: ¿Es el Toyota GR Supra un digno heredero o un BMW reformado?

Toyota GR Supra

Cuidado, porque entramos en terreno pantanoso.

Sinceramente, el titular ha ido sin rodeos. El Toyota GR Supra (o Toyota Supra MK.V) es la última versión de una de las líneas de deportivos más queridas del mundo. Uno de los iconos del JDM y de los coches japoneses, pero tras el amado Toyota Supra MK.IV, ¿es este nuevo Toyota un digno sucesor?

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El principal argumento en contra (y que se escucha en cada evento, quedada o ruta), atiende al clásico '¡Es solo un BMW con un bodykit!'. Así de fácil parece destruir todo el trabajo de una marca con un modelo que debía recoger toda la herencia de las décadas pasadas. Un servidor va a hablar de ello sin tapujos, así que al lío.

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Para gustos hay colores, sin duda. El Toyota Supra MK.IV (o Supra A80) no era feo, ni mucho menos. Para su época, fue un coche con líneas muy estilizadas, un alerón que marcó tendencia y una configuración general realmente preciosa. Para los que lo hemos visto en persona, sin duda es algo especial.

Pero seamos sinceros: no fue nada del otro mundo. Su verdadero poder residió en el motor 2JZ-GTE biturbo. El pacto de caballeros japonés lo limitó a unos pobres 280 CV (algo más en otros mercados), pero la eficacia y el rendimiento del bloque desarrollado por Yamaha causaron sensación.

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El motor de 6 cilindros en línea biturbo de 3,0 litros admitía todo tipo de potenciaciones. A lo largo del mundo, los turbos Garret de mayor presión, los intercoolers Mishimoto y el compendio de piezas forjadas como pistones, bielas o nuevos sistemas de inyección, llevaron al Supra a extremos insospechados.

No hace falta citar cifras de caballos de potencia, porque todos las conocemos. Tanto con el motor original como con preparaciones como las realizadas por el gran Smokey Nagata en su empresa, Top Secret. El Supra A80 se convirtió en un icono adorado por todos.

Toyota Supra MK.IV.
Toyota Supra MK.IV.

Sin embargo, el nuevo Toyota GR Supra mejoró en absolutamente todos los aspectos. Tienes a tu disposición las motorizaciones 2.0 turbo de 4 cilindros en línea y el bloque 3.0 turbo de 6 cilindros en línea.

En definitiva, dos opciones que oscilan entre los 258 CV y 400 Nm de par del cuatro cilindros hasta los 340 CV y 498 Nm de par máximo en el seis cilindros. Puedes elegir entre pagar 50.900 euros por el primero o los 66.900 euros del segundo.

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O esperar a 2023, ya que según las filtraciones, la caja de cambios automática de 8 velocidades tendrá una contrapartida manual, al más puro estilo de la vieja escuela. Sus consumos homologados no superan los 10 litros a los 100 kilómetros, con una gran pantalla en el interior, asientos cómodos con diversas elecciones, faros LED, suspensiones adaptativas...

Sinceramente, el GR Supra es una maravilla. A la vista de prestaciones y mecánica. Pero para apreciarlo de verdad, hace falta desprenderse de los viejos tópicos orgullosos del único (buen) hacer japonés. Hay que desprenderse de la idea del 2JZ.

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Configuración interna del Toyota GR Supra.
Configuración interna del Toyota GR Supra.

Toyota

Os mentiría si no dijese que deseaba ver un heredero del 2JZ. ¿Hubiese sido lo propio? Sí, sin duda alguna. ¿Hay que lapidar el nuevo Toyota Supra por aliarse con BMW? Desde luego que no. Porque en el mundo actual y globalizado en el que la industria de la automoción se mueve, es lo más normal.

¿O se criticó a Toyota por delegar sus motores en Yamaha? ¿Acaso el Toyota GT86 y futuro GR86 son menos por llevar un motor bóxer de Subaru y ser idénticos al BRZ? Por supuesto que no. Y es más, debería ser un orgullo ver a marcas tan diferentes y lejanas compartir todo lo que saben entre ellas para crear estas obras de arte.

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Algo que se ve mucho en Japón, sin ir más lejos, con la actual alianza de Toyota, Yamaha, Mazda, Subaru y Kwasaki para avanzar juntos en la investigación de futuros motores de combustión interna, porque no todas las apuestas irán por el caballo de los coches eléctricos.

Los motores del nuevo Supra son el B48B20 (4 cilindros 2,0 litros) y el B58B30 (6 cilindros 3,0 litros). Unos bloques usados por coches como el BMW Z4 (cuyo chasis es la base del Supra), los BMW G32 640i o más recientemente por el Serie 8 840i en sus diferentes versiones.

Este Supra ofrece motor turbo, potencia, tracción trasera, nos va a regalar de nuevo una transmisión manual y, además, consumos optimizados y el apoyo logístico de BMW detrás. Un trato más que coherente y que cualquiera que deje los prejuicios a un lado, estoy seguro de que disfrutaría.

Sí, es un heredero digno y un coche que será un futuro clásico.

Toyota GR Supra haciendo drifting en el Circuito del Jarama.
Toyota GR Supra haciendo drifting en el Circuito del Jarama.

El Toyota GR Supra es visiblemente más bonito y refinado que las versiones anteriores (por mucho que echemos de menos, yo el primero, los faros retráctiles de los Supra A70 y A60). Por fuera es espectacular, con un diseño que invita a las modificaciones y a llevarlo, de nuevo, al extremo. Como sus abuelos.

Quizá el interior es lo menos solvente, con un volante que empaña el resto completamente. Había formas de elegir un aro más deportivo y estilizado, y parece la 'ensaimada' del antiguo BMW M3 E36. Algo a cambiar para próximas versiones, sin duda.

Sin embargo, todo lo positivo compensa a lo poco negativo que pueda haber. Se puede adorar al Supra MK.IV y respetar el enorme salto que ha dado el GR Supra actual. Una cosa no quita la otra, y un motor de BMW no marca una diferencia sustancial. La esencia reside en el conjunto y las sensaciones. Y en eso, Toyota nunca falla.