Peugeot 205 Rallye: a la sombra del GTI. ¿Fue justo?

Peugeot 205 Rallye

El GTI era el que coche que queríamos... ¿todos?

Si de algún modo consiguieras hablar con un Peugeot 205 Rallye, probablemente acabarías escuchando historias tristes acerca de una juventud solitaria, casi sin amigos. En casa no mejoraba: todos estaban deslumbrados por sus hermanos los 205 GTI.

Pero con el paso del tiempo el patito feo se está convirtiendo en cisne. Yo, como chaval que creció en los años 80, también quería un 205 GTI. El de 130 CV, a poder ser. Por eso, cuando veía que un vecino aparcaba un 205 Rally en color blanco, no podía entender que alguien se pudiera comprar algo así.

Coches deportivos

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Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!

Se vendió entre 1988 y 1992 en algunos países europeos (en Inglaterra llegó una versión especial algo más tarde, en 1994) y no podía se de otro color que no fuera blanco (los ingleses sí podías escoger el color amarillo y azul. Tenía unos aletines en los pasos de rueda de aspecto más cuadrado a diferencia del GTI, neumáticos de 165 y, lo peor de todo a ojos de un niño como yo, ¡no tenía llantas de aleación! Eran de chapa, y también blancas.

No se hizo justicia con un coche enfocado a un público joven con ganas de deportividad. Costaba relativamente poco: en la época eran 1,4 millones de pesetas, unos 8.400 euros. Esto, traducido a euros de 2021 serían unos 15.000.

Peugeot 205 Rallye

¿Y que ofrecía por ese dinero? Primero lo que no ofrecía: básicamente, peso: con 790 kg, era una pluma con una relación peso/potencia de 7,6 kg/CV, un dato bueno, teniendo en cuenta que un Golf GTI 2021 con 245 CV tiene 6,2 kg/CV tres décadas después.

Ese dato en báscula lo conseguía eliminando casi todos los elementos aislantes de sonido, así como detalles de comodidad y algunos componentes adicionales: elevalunas eléctricos, cierre centralizado... o incluso reloj. Eran otros tiempos y palabras como airbags, ABS y demás no eran muy comunes...

El motor del Peugeot 205 Rallye

Para mover el coche, en Peugeot utilizaron una variante del cuatro en línea que tenía el Citroën AX Sport. Estaba alimentado por dos Weber 40 de doble cuerpo a diferencia del Citroën, que utilizaba Solex 40, por lo que conseguía 8 CV de ventaja con respecto al AX.

El 1.294 cc del 205 Rally lograba 103 CV a 6.800 rpm y 118 Nm a 5.000 vueltas. Un régimen elevado en general, pero es que la caja de cambios también utilizaba desarrollos más cortos para que ganara en nervio y agilidad. Se comía el 0 a 100 en 9,6 segundos y alcanzaba los 190 km/h a un régimen cercano a la potencia máxima.

Peugeot 205 GTi Plus

Los que lo condujeron en la época cuentan que en autopista te dejaba la cabeza 'tocada' porque hacía mucho ruido, pero que en carreteras comarcales (y más las de los años 90) era una gozada conducirlo.

Y claro, todo eso lo tenía que gestionar un buen chasis. Haciendo honor a las eternas franjas de la calandra con los colores de Peugeot Talbot Sport, el Peugeot 205 Rallye se tenía sobre el asfalto gracias a los neumáticos que he mencionado antes, que de origen eran unos Michelin MXV 165/70 en llanta de 5,5x13".

También hemos probado: Citroën AX GT

También recibía ayuda del 205 GTI (aunque en esa hipotética conversación con el coche puede que no lo reconozca). Por ejemplo, el tren de rodaje utilizaba los puentes del 205 GTI 1.6, lo que le permitía una mayor dureza de suspensión.

En cuanto a los frenos, procedían nada menos que del 205 GTI 1.9 (en la foto de arriba), aunque como curiosidad los tambores traseros bloqueaban antes que los delanteros, por lo que el coche se podía utilizar de manera más deportiva si tenías manos (y pies) acostumbrados a pilotar coches de rally...

Vídeo: 205 Rallye contra... ¿Porsche 911 R?

Hoy en día comprar un Peugeot 205 Rallye es una tarea un poco complicada, ya que son coches que se utilizaron como base en (¿adivinas?) rallyes de todo tipo. Los que sobrevivieron a esos años locos, recibieron todo tipo de modificaciones: desde llantas de aleación (saludos a mi ignorante yo de hace 30 años) hasta motores 1.6 del GTI, que encajaban sin demasiados problemas. Si encuentras uno en buen estado, tendrás que pagar lo mismo que costaba nuevo, aunque siempre estará unos miles de euros más barato que un GTI. Quizá es el momento de hacer justicia...

Etiquetas: coches clásicos