Prueba del BMW M3 Touring: un verdadero M sin comprometer la practicidad

BMW M3 Touring

Conducimos el nuevo BMW M3 Touring, el primer de su clase. Tan deportivo como siempre pero aún más práctico.

Por fin llegó el momento de la prueba del BMW M3 Touring. El nuevo BMW de la división M con el rendimiento de un coche deportivo y la carrocería de un familiar. Muchas palabras para definir a un nombre también bastante largo.

Su denominación concreta es BMW M3 Touring Competition xDrive y todavía podrías añadir un G81 a la ecuación, que ya sabéis que lo de las letras y los números les encanta a los chicos de la marca alemana.

Ya conocemos el precio en España del nuevo BMW M3 Touring

Un vehículo que ha armado mucho alboroto. Quizá porque lo único parecido que se ha visto en la historia reciente de la marca fue el BMW M3 Touring E46, que no fue más allá de un prototipo. Y también porque le ha ganado la batalla a Audi en el circuito de Nürburgring y se ha convertido en el wagon más rápido del Infierno Verde.

Diseño del BMW M3 Touring

¿Por fuera? Es idéntico a un BMW M3 Competition. Si lo miras de frente no podrías distinguirlo, pero desde el lateral y la parte trasera el cambio es evidente. Sus medidas pasan a ser de 4.794 mm de largo, 1.903 mm de ancho y 1.436 mm de alto. Solo este último valor aumenta levemente.

La parte trasera toma la herencia de sus hermanos Serie 3 y el cristal es independiente del portón del maletero. Un cinco puertas de manual que ve como su capacidad de maltero se incrementa hasta los 500 litros (1.510 litros tumbando la fila de asientos trasera).

¿Y el interior es igual? ¡Error! El habitáculo ha recibido una actualización respecto a sus hermanos. Los botones físicos de la climatización murieron y ahora, todo está en la pantalla multimedia curva de 14,9 pulgadas. Aunque el botón iDrive sigue intacto y ojalá lo haga por muchos años.

¿Es positivo? Bueno... Los controles esenciales de temperatura están siempre fijos en la pantalla, aunque la velocidad del aire o los asientos calefactables están en un submenú. Y eso sí que es un error. BMW no ha aprendido del fracaso de Volkswagen, que ha hecho que den maracha atrás en muchos de sus aspectos digitales de los últimos años.

El resto, al menos, es genial. Una posición de conducción perfecta, materiales de muchísima calidad y respaldos de los asientos baquet en fibra de carbono. Y en la parte trasera, amarres para enganchar aquello que queramos transportar. Muy bien conseguido.

Motor del BMW M3 Touring

BMW M3 Touring

Pues la receta es la misma. Un motor de 6 cilindros en línea biturbo de 3,0 litros con 510 CV y 650 Nm de par máximo para acelerar de 0 a 100 km/h em 3,6 segundos y alcanzar 250 km/h de velocidad máxima limitada.

Aunque el peso ha aumentado hasta los 1.940 kg frente a los 1.805 kg de la berlina, el BMW Touring se siente endiabladamente rápido y ágil. La puesta a punto de su chasis y la respuesta del motor están a la altura de su insignia.

Durante la prueba del M3 Touring pudimos ver cómo este vehículo no cede a las apariencias (si es que alguien pensaba que iba a ser relajado). Su dirección es rápida y precisa. Además, no se siente pesado en exceso y es gracias a su supensión.

BMW M3 Touring

De hecho, el control de la carrocería y el funcionamiento de los amortiguadores es excelente. BMW tuvo que colocar un soporte adicional a este efecto en el eje trasero, ya que puede considerarse un vehículo de carga. Uno con el que ir a carreteras de montaña a disfrutar o a un trackday.

Por otra parte, la tracción xDrive se adapta muy bien al deportivo. Como máximo puede enviar un 50% de la potencia del motor al eje delantero en situaciones donde se requiera, pero también puedes desconectar esta opción por completo y tener un tracción trasera puro de la vieja escuela.

En cuanto a los frenos, mención especial a los discos carbocerámicos y las pinzas doradas (no había un color más elegante, al parecer). Son progresivos y la potencia de frenada es enorme. Bastante mejor que la de su principal rival: el Audi RS4.

Entonces, ¿Vale la pena el nuevo M3 Touring?

BMW M3 Touring

Solo hay una cosa destacablemente negativa que tampoco se hace notar demasiado. La caja de cambios automática de 8 velocidades no está a la altura del PDK de Porsche o los sistemas de Mercedes-AMG. El cambio ascendente es siempre correcto, pero en los descendentes se resiste un poco en ocasiones. No es tan amable como un doble embrague de sus rivales.

Sin embargo, estamos ante un coche increíblemente bueno para conducir rápido y para gente que, por algún motivo, quiera disponer de un buen maletero y de espacio para familia y amigos. Es realmente competente y aporta algo nuevo y fresco a la historia de los BMW M3.