En la época estival es en la que más desplazamientos por carretera se producen y a la hora de irse de vacaciones, son muchos los que se llevan a sus mascotas consigo. Ahora bien, los animales no pueden ir de cualquier manera y hay que atender a sus necesidades específicas: 5 consejos fundamentales para viajar en coche con tu mascota este verano.

Obviamente cada mascota es un mundo (no es lo mismo viajar con un San Bernardo que con un hámster), pero sí que se puede aplicar una guía con una serie de consejos comunes que se pueden aplicar a todos los casos.

Lo primero es tener a punto la documentación obligatoria de tu mascota, por si hace falta en algún momento. Esto incluye el chip identificativo, la documentación y su cartilla sanitaria, que tiene información como la categoría del animal, su licencia, su estado de salud y el seguro de responsabilidad civil.

Dentro del coche, que la mascota vaya segura en la parte de atrás. Lo recomendable es en los asientos traseros con arnés si se trata de perros pequeños y en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha junto a una rejilla divisoria de seguridad si son grandes. 

Has de tener en cuenta que si el perro va mal sujeto puede significar una multa de 80 a 200 euros, que aumenta a 500 si el animal invade el espacio del conductor o viaja en su regazo. 

Cuando pares, no dejes nunca a la mascota sola dentro del vehículo estacionado, sobre todo en verano porque en las horas más calurosas del día pueden llegar a alcanzarse temperaturas de hasta 50 grados en el interior, incluso aunque las ventanillas estén abiertas.

Este comportamiento puede implicar multas de 75 a los 2.000 euros en los casos leves, pero que en los casos graves pueden suponer hasta penas de tres a seis meses de cárcel.

También es clave que planifiques el viaje, algo que deberías hacer incluso sin mascota, pero con más razón incluso con ésta. Prepara comida y agua para el animal, lleva un botiquín de primeros auxilios para ella, etc. 

Por último, haz los descansos pertinentes. Son necesarios para los humanos, pero también para las mascotas. Para cada dos horas y aprovecha para que tu mascota dé un pequeño paseo, estire las patas y se relaje antes de volver a iniciar la marcha.

Fuente: TÜV Rheinland